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Perspectiva

El proyecto de ley contra TikTok en Estados Unidos: intensificando la censura en línea y preparando la guerra con China

Logo de TikTok Inc. desde su edificio en Culver City, California, 11 de marzo de 2024 [AP Photo/Damian Dovarganes]

La votación por 352 votos a favor y 65 en contra de la Cámara de Representantes de Estados Unidos esta semana para prohibir la popular red social TikTok u obligar a su propietario ByteDance, con sede en Beijing, a venderla es un ataque a los derechos democráticos del pueblo estadounidense, en particular a los más de 170 millones de personas, principalmente jóvenes, que hacen uso regular de esta aplicación.

Se trata de una intensificación de la campaña prolongada para censurar los puntos de vista de izquierda y de oposición en internet, al tiempo que se fomenta el odio antichino para incrementar las medidas de guerra comercial contra Beijing y preparar a la población para una guerra abierta con la segunda mayor economía del mundo.

El presidente Joe Biden dio luz verde a la abrumadora aprobación bipartidista del proyecto de ley autoritario y de derecha en la Cámara de Representantes, que se encuentra controlada estrechamente por los republicanos, cuando declaró la semana pasada que firmaría la prohibición si el Congreso la aprobaba. Antes de llegar al escritorio del mandatario, debe ser ratificada por votación en el Senado, que controlan los demócratas, pero la probabilidad de que esto ocurra sigue siendo incierta con el lenguaje actual del proyecto de ley.

Los políticos estadounidenses afirman sistemáticamente que TikTok es una amenaza para la “seguridad nacional”, alegando que el algoritmo de la aplicación y el uso de la inteligencia artificial se emplean para recopilar información sobre los ciudadanos estadounidenses y manipularlos en beneficio de Beijing. Estas acusaciones no son más que confesiones, ya que esto es exactamente lo que las grandes empresas estadounidenses ya están haciendo, recopilando y vendiendo los datos de los usuarios. Y hace tiempo que se ha demostrado que el Gobierno estadounidense espía ilegalmente a toda la población mundial.

El nuevo intento de acabar con la aplicación, ya sea mediante su compra por una empresa con sede en EE.UU. o una prohibición de facto a través de multas masivas, se produce en medio del crecimiento de la aplicación como la plataforma más popular entre los jóvenes estadounidenses para obtener sus noticias y compartir sus puntos de vista. La aplicación tiene 170 millones de usuarios activos mensuales en Estados Unidos, de los cuales casi la mitad tienen entre 18 y 34 años. Aunque los usuarios publican y visualizan contenidos sobre una amplia gama de temas, los vídeos críticos de la política exterior de Estados Unidos se hacen virales con frecuencia.

Desde que Israel lanzó su campaña genocida contra Gaza en octubre del año pasado, con el pleno respaldo de Estados Unidos, cientos de millones de personas en Estados Unidos y en todo el mundo han visto en la aplicación vídeos que exponen la terrible realidad que viven los palestinos en el terreno y cortan de raíz la propaganda sionista.

El jefe de la organización sionista Anti-Defamation League, Jonathan Greenblatt, quien fue sorprendido en un audio filtrado calificando este hecho como “el problema de TikTok”, ha respaldado prohibir la aplicación alegando que facilita la propagación del “antisemitismo”, una calumnia que se arroja a todos los que se oponen al genocidio de Gaza.

El presidente Donald Trump intentó prohibir TikTok por primera vez en 2020 como parte de sus medidas de guerra comercial contra China. Una orden ejecutiva que firmó prohibiendo las descargas de la aplicación en dispositivos Apple y Android fue finalmente bloqueada por un juez federal ya que violaba los derechos a la libertad de expresión en la Primera Enmienda a la Constitución y al debido proceso en la Quinta Enmienda. El actual proyecto de ley respaldado por Biden tiene el mismo alcance que el ataque de Trump.

En los últimos años se ha institucionalizado la censura en las redes sociales y se ha intentado capturar y eliminar plataformas que antes permitían el libre discurso político y se utilizaban para organizar movimientos de oposición. Los usuarios de las redes sociales se han dado cuenta de que ciertas palabras o frases, como “Gaza” o “genocidio”, hacen que sus mensajes sean categorizados o suprimidos.

Las plataformas Facebook e Instagram, ambas de la empresa Meta, se han convertido en desiertos bajo las presiones del Congreso sobre supuestas amenazas a la seguridad de los niños y adolescentes. El multimillonario fascista Elon Musk compró Twitter en 2022. La aplicación, que fue clave para los que organizaron las revoluciones egipcia y tunecina de 2011 y para quienes siguieron estos acontecimientos, se ha convertido en X, una plataforma donde el antisemitismo más soez, la xenofobia antiinmigrante y el contenido anti-LGBTQ son impulsados regularmente por su propietario.

Desde 2020, el World Socialist Web Site ha sido prohibido en los mayores foros de discusión en Reddit, que está siendo cada vez más saneado y comercializado a medida que avanza hacia convertirse en una corporación que cotiza en bolsa. Mientras tanto, Google sigue manipulando su algoritmo de búsqueda para bloquear los resultados del WSWS y otros sitios de izquierda.

El jueves, YouTube censuró políticamente el WSWS al categorizar como “contenido restringido por edad” un vídeo de la conferencia pronunciada por el presidente del Consejo Editorial Internacional del WSWS, David North, en la Universidad de Míchigan el 12 de marzo, titulada “ El genocidio de Gaza y la muerte de Aaron Bushnell: ¿Cuáles son las lecciones políticas? ”.

Uno de los que salivan con la posibilidad de hacerse con TikTok es el exsecretario del Tesoro de Trump, Steve Mnuchin, quien instigó la campaña contra la empresa y anunció en CNBC el jueves que ha reunido a un grupo para comprar la operación de mil millones de dólares. Del mismo modo, el servicio de vídeos de derecha Rumble, que alberga la plataforma Truth Social de Trump, anunció su interés en comprar TikTok. Es evidente cuál sería la trayectoria antidemocrática de la aplicación bajo tales propietarios.

La censura en línea se considera una parte clave de los preparativos de la clase dominante estadounidense para un conflicto entre grandes potencias, más abiertamente contra China y Rusia, es decir, los preparativos para una Tercera Guerra Mundial. La Administración de Biden se ha basado en la estrategia de seguridad nacional esbozada por el Pentágono bajo Trump en 2018, que declaró que “la competencia estratégica a largo plazo requiere la integración perfecta de múltiples elementos del poder nacional: diplomacia, información, economía, finanzas, inteligencia, policía y ejército”.

Esto ha significado la imposición de medidas de guerra comercial cada vez más agresivas por supuestos motivos de seguridad nacional, desde el ataque en marcha contra TikTok hasta la prohibición del uso de la red 5G de la empresa Huawei, con sede en China. Esta ofensiva se está ampliando con las demandas de que se prohíba la importación de vehículos eléctricos y baterías procedentes de China y la histeria paranoica de que las grúas marítimas construidas en China están espiando a los estadounidenses.

Las redes sociales que se han desarrollado en las últimas dos décadas han demostrado ser instrumentos críticos en manos de la clase trabajadora. Esto infunde miedo a la clase gobernante y motiva el creciente régimen de censura. Los trabajadores y los jóvenes deben oponerse a la campaña de censura en línea, cuyo objetivo es sobre todo bloquear las vías disponibles para encontrar contenidos de oposición y movilizarse contra la explotación capitalista y la guerra. Además, deben movilizarse contra los intentos de fomentar una histeria antichina destinada a preparar el escenario para una guerra abierta entre potencias nucleares, que sería devastadora para miles de millones de personas en todo el mundo.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 13 de marzo de 2024)

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