El 10 de noviembre, el Partido Socialista por la Igualdad de EE.UU. (SEP, por sus siglas en inglés) organizó una reunión transmitida en vivo, “La debacle electoral y la lucha contra la dictadura”, analizando las causas y consecuencias de la victoria de Trump y elaborando una estrategia política para que la clase trabajadora luche contra el Gobierno entrante de Trump.
El evento contó con la presencia del presidente nacional del SEP, David North, el secretario nacional del SEP y candidato presidencial Joseph Kishore, los miembros del Comité Nacional SEP, Eric London y Tom Carter, y el candidato del SEP a vicepresidente Jerry White.
La reunión fue esencial al proporcionar una orientación política para los trabajadores y los jóvenes en los Estados Unidos y en todo el mundo. Se celebró solo cinco días después de las elecciones y menos de dos meses antes del regreso al poder de Trump, quien tiene una agenda de establecer una dictadura política e implementar una contrarrevolución social masiva.
En estas condiciones, la cuestión más crítica es el desarrollo de una orientación y una perspectiva para preparar las luchas venideras. Prácticamente no hay nada que analice seriamente las causas políticas, económicas y sociales del resultado electoral en la interminable cobertura mediática después del 5 de noviembre, incluida la complicidad del Partido Demócrata, ni mucho menos que elabore una estrategia viable para contrarrestar los planes de largo alcance de Trump para imponer una dictadura y represión masiva.
Claramente existe una audiencia para una respuesta más seria. El evento en vivo fue visto por más de 2.000 personas en todo el mundo y, al momento de escribir este artículo, ha sido visto casi 10.000 veces en diferentes plataformas.
Es necesario estudiar la reunión de dos horas y media y sus informes. A continuación, un resumimos algunos de los temas esenciales abordados, pero esto no puede reemplazar escuchar y considerar cuidadosamente las contribuciones.
Al inicio de la reunión, North declaró: “La elección de Donald Trump, el primer presidente fascista de los Estados Unidos, es la culminación de la prolongada crisis de la democracia estadounidense”. Esto debe entenderse, enfatizó North, como una expresión de procesos sociales y políticos más profundos.
El enfoque de la reunión, dijo, sería “un análisis marxista” que no se centraría en Trump como individuo “sino en las fuerzas e intereses de clase que se han manifestado en esta elección. La premisa esencial de nuestro análisis es que la llegada al poder de la segunda Administración de Trump significa un realineamiento fundamental de la superestructura política estadounidense, que se ha venido preparando por mucho tiempo, acorde a las relaciones sociales reales que existen en los Estados Unidos”.
El énfasis en las causas objetivas de la victoria de Trump no disminuye de ninguna manera la responsabilidad política del Partido Demócrata por la debacle. Más bien, representa las bases esenciales para entender la respuesta de los propios demócratas. En su introducción, North destacó que, a diferencia del SEP, que está haciendo graves advertencias sobre los planes de una segunda Administración de Trump, los demócratas están haciendo todo lo posible para encubrirlos.
“Antes de las elecciones”, señaló, “Biden y Kamala Harris advirtieron repetidamente que Trump representaba una amenaza existencial para la democracia estadounidense. La ‘palabra con f’, fascismo, ocupó un lugar destacado en el discurso preelectoral. ¡Qué diferencia! La ‘palabra con f’ ha sido enviada de forma preventiva al exilio político ahora que Trump ha ganado las elecciones. Perdonar y olvidar es el nuevo lema del Partido Demócrata”.
North se refirió a la breve declaración de Biden tras la victoria electoral de Trump. Señaló que Biden proclamó que no hay una ceremonia política más sagrada que “la transferencia pacífica del poder, incluso cuando el destinatario es un fascista que había estado preparando un segundo golpe más violento que el primero en caso de que perdiera las elecciones”. North añadió:
Cabe recordar que la llegada de Hitler a la Cancillería alemana el 30 de enero de 1933 también fue una transferencia pacífica del poder. La violencia vino después. Ahora bien, el SEP y el WSWS no consideran que el acceso de Trump a la presidencia sea el equivalente a la victoria de Hitler en 1933. Estados Unidos no es la Alemania de Weimar, y la transformación de Estados Unidos en una dictadura de Estado policial respaldada por un movimiento fascista de masas no se logrará, independientemente de las intenciones de Trump, de la noche a la mañana.
Habrá luchas, luchas enormes, pero sería políticamente irresponsable, y de hecho contribuiría al éxito de los objetivos de Trump, no reconocer las peligrosas implicaciones y consecuencias reales de las elecciones del martes pasado. Al menos es necesario tomarle la palabra a Trump.
La clase trabajadora debe luchar y luchará contra la Administración de Trump, dijo North, “pero esa lucha debe estar preparada. Requiere el análisis conjunto de los datos. Requiere un enfoque sobrio y cuidadoso de los acontecimientos políticos. Lo último que necesita es pánico e histeria... Es momento de la política seria”.
El informe de Joseph Kishore profundizó en estos temas y proporcionó una visión general de las causas y las implicaciones de la victoria de Trump. Se centró en la asombrosa concentración de la riqueza en manos de la oligarquía capitalista, que incluye a figuras como Elon Musk y Jeff Bezos. Esta es la característica definitoria del capitalismo estadounidense, dijo, con 800 multimillonarios que ahora poseen una riqueza combinada de más de $6.2 billones.
Kishore también subrayó el impacto de la pandemia de COVID-19, que ha provocado la muerte de 1,5 millones de personas en los Estados Unidos, y el comienzo de un período de “guerra total”, como lo describen las principales revistas de política exterior, que incluyen el genocidio en Gaza y la guerra de Estados Unidos y la OTAN contra Rusia en Ucrania, que ha sido el foco central del Gobierno de Biden-Harris.
La guerra global es incompatible con las formas democráticas de gobierno, explicó Kishore. “Hay que recortar el gasto social para pagar la guerra. La clase obrera debe ser disciplinada en línea con la guerra. La lucha de clases debe ser suprimida en interés de la guerra. La oposición a la guerra debe ser aplastada y criminalizada. El corolario interno de la guerra total es la dictadura política”.
Al discutir la complicidad de los demócratas y la respuesta a la elección de Trump, Kishore enfatizó el papel reaccionario de la política de identidades y la obsesión de los demócratas en temas de raza y género, utilizados para promover los intereses de las capas privilegiadas de la clase media-alta. “Los demócratas no podían y se oponían a hacer cualquier llamado basado en los intereses de la clase trabajadora”, dijo, “en lugar de regañar a los votantes por no apoyar a Harris, supuestamente debido al racismo y el odio a las mujeres”.
El informe de Eric London ofreció un análisis detallado de los datos electorales, acompañado de gráficos, concentrándose en los cambios políticos dentro de la clase trabajadora. Trump fue capaz de sacar partido demagógicamente de la ira social. “El Partido Demócrata perdió alrededor de 10 millones de votos desde la última elección”, explicó, “un colapso histórico masivo de apoyo”.
London destacó la dramática disminución del apoyo a Harris entre los trabajadores de todas las razas, al tiempo que observó un mayor apoyo demócrata solo entre los ricos. “El Partido Demócrata... realizó una campaña basada en una combinación de políticas económicas de derecha, imperialismo y políticas de identidad... Los hombres negros, los hombres latinos y los jóvenes se alejaron significativamente de los demócratas”.
Al revisar las encuestas a boca de urna y otros datos, London explicó: “Solo una cuarta parte de la población dice que no está sufriendo dificultades... A Harris le fue muy bien entre estos votantes, entre los votantes que realmente no tienen nada de qué preocuparse financieramente”.
London también analizó la literatura reciente que documenta el carácter antidemocrático de las instituciones políticas del capitalismo estadounidense. “Este es un sistema oligárquico en el que el 90 por ciento de la población no tiene absolutamente ninguna voz para que las políticas que apoyan contundentemente sean aplicadas por algún partido”.
El informe de Tom Carter proporcionó un análisis detallado y escalofriante de los planes de la segunda Administración de Trump y las fuerzas políticas que conspiran para imponer una dictadura en los Estados Unidos. Señaló que la declaración de Biden, en respuesta a la victoria de Trump, de que “vamos a estar bien” tiene como objetivo “encubrir la magnitud del peligro” y evitar el desarrollo de un movimiento de masas contra Trump y los republicanos.
“Trump está planeando una operación de deportaciones masivas”, explicó Carter, que “exige la movilización de cientos de miles de policías y soldados, junto con la construcción de campos de internamiento”. También resumió los planes de Trump para arrestar y deportar a opositores políticos, incluidos marxistas y socialistas.
Carter señaló el Proyecto 2025 de los republicanos, que incluye un intento de subordinar todo el aparato estatal a la voluntad del presidente. “Trump y su ala están diciendo: ‘Su lealtad no es, de hecho, a la Constitución, sino a Trump, porque ganó el voto popular y, por lo tanto, supuestamente representa la ‘voluntad del pueblo’... Eso es solo una traducción al inglés del principio del líder, el principio [nazi] del Führer”.
Todos los derechos democráticos básicos están siendo atacados, dijo Carter, y Trump está respaldado por una Corte Suprema que ha declarado al presidente inmune a un proceso penal por “actos oficiales”. Entre las muchas medidas autoritarias en la agenda del Gobierno entrante, Carter señaló: “Trump ha dicho que los maestros deberán ‘enseñar a los estudiantes a amar a su país, no a odiar a su país’, y cualquier maestro que se resista a esto será despedido”.
El informe de Jerry White abordó la cuestión fundamental, resumida por North al presentarlo: “¿Existe una fuerza capaz de superar estos peligros, de resistir estos ataques? ¿Existe alguna fuerza que tenga interés en hacerlo?” La respuesta a esta pregunta es sí: la clase obrera estadounidense e internacional.
North citó un pasaje de La Sagrada Familia, escrito por Marx y Engels en 1844, que estableció el papel revolucionario de la clase obrera debido a su posición en la sociedad capitalista: “No se trata de lo que tal o cual proletario, o incluso todo el proletariado, considera en este momento como su objetivo. Se trata de qué es el proletariado, y acorde a su ser, qué se verá obligado a hacer. Su finalidad y su acción históricas están anticipadas de manera tangible e irrevocable en su propia situación de existencia, como en toda la organización de la sociedad burguesa actual”.
Hay una enorme confusión entre los trabajadores, señaló North. “¿Cómo no podría ser así dado que se les miente incansablemente? Sin embargo, la posibilidad objetiva de superar los problemas en la conciencia radica en las contradicciones del propio capitalismo, en la realidad de la lucha de clases”.
Jerry White documentó estas condiciones a través de una exposición detallada de la realidad social del capitalismo estadounidense. Esta se caracteriza por la desigualdad masiva y la intensificación de la crisis social producida por la disminución de los niveles de vida, el aumento de los precios y el aumento de la explotación. “La participación del trabajo en los ingresos cayó de aproximadamente dos tercios, o 64 por ciento, en el primer trimestre de 2001, al 55,8 por ciento en el primer trimestre de 2024”, señaló, y la desigualdad social “corresponde directamente a la supresión artificial de la lucha de clases por parte de la burocracia sindical de la AFL-CIO”.
Pero hay muchas expresiones de creciente oposición en la clase trabajadora, incluidas al menos 24 huelgas importantes que involucran a 220.000 trabajadores en 2024. “La contrarrevolución social” que está preparando el Gobierno de Trump “va a intensificar el conflicto de clases”, explicó White, “a medida que los intereses de clase de la presidencia de Trump se revelen abiertamente a millones y millones de trabajadores, incluidos los que votaron por Trump”.
Al finalizar la reunión, North destacó que la conclusión principal que debe extraerse de la elección de Trump es la necesidad de construir un movimiento revolucionario, el Comité Internacional de la Cuarta Internacional, en los Estados Unidos y en todo el mundo.
“La elección”, dijo North, “es un evento global... La crisis en los Estados Unidos reverbera en todo el mundo”. Y las condiciones que han producido a Trump son evidentes en todas partes. “El crecimiento de los movimientos fascistas de derecha no es un fenómeno exclusivamente estadounidense... Este es un proceso internacional porque el capitalismo es internacional”.
La construcción de una dirección socialista internacional es urgente y posible. Las mismas contradicciones que producen el fascismo, la dictadura y la guerra mundial también producen las bases para derrocar al capitalismo a través del desarrollo de un movimiento revolucionario en la clase trabajadora.
Pero este paso no es automático. “Hay una necesidad objetiva de un movimiento socialista revolucionario”, dijo North, “pero la construcción de tal movimiento es el producto de las decisiones que toma la gente para intervenir en el proceso histórico”.
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La elección de Trump producirá inmensos choques políticos, y el “terremoto estadounidense” repercutirá en todo el mundo. Habrá innumerables esfuerzos, por parte de la clase dominante y sus agentes políticos, para desviar el desarrollo de un movimiento revolucionario contra el capitalismo y crear nuevas trampas políticas.
El mensaje central de la reunión del Partido Socialista por la Igualdad es que la clase trabajadora solo puede orientarse a través del renacimiento de una política socialista genuina, una política revolucionaria, la política defendida a lo largo de toda la historia del movimiento trotskista. Como lo expresó David North al comienzo de la reunión, “Es momento de la política seria”.
La orientación política de la clase trabajadora requiere el desarrollo de una comprensión y una perspectiva políticas, arraigadas en la experiencia histórica. Solo así será posible llevar a cabo una lucha contra la Administración de Trump, contra el giro de la clase dominante hacia el fascismo y la dictadura, y contra el sistema capitalista que es la causa fundamental del fascismo.
El World Socialist Web Site insta a todos nuestros lectores a ver la reunión completa del SEP, “La debacle electoral y la lucha contra la dictadura”, compartir los informes anteriores lo más ampliamente posible en las redes sociales y tomar la decisión de unirse al Partido Socialista por la Igualdad y construir el Comité Internacional de la Cuarta Internacional.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 11 de octubre de 2024)