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Ucrania bloquea el sitio web del periódico diario junge Welt

Las autoridades ucranianas han bloqueado el acceso al sitio web del diario alemán junge Welt. El 12 de agosto de 2025, el periódico fue clasificado por primera vez como “indeseable” y agregado al “registro de sitios web bloqueados”. Desde comienzos de la semana del 25 de agosto, el sitio web ya no está disponible para los usuarios en Ucrania.

Al intentar ingresar a jungewelt.de en Ucrania, ahora aparece el siguiente mensaje: “De conformidad con la Ley de Ucrania ‘Sobre las comunicaciones electrónicas’ y el Decreto Presidencial de Ucrania N.º 64/2022 del 24 de febrero de 2022 sobre la imposición de la ley marcial en Ucrania, este recurso de internet ha sido bloqueado”.

Tales órdenes pueden ser emitidas por el Servicio Estatal de Comunicaciones Especiales y Protección de la Información de Ucrania (SSSCIP, por sus siglas en inglés), un departamento del aparato militar y de inteligencia del país, o por el Consejo de Seguridad Nacional y Defensa (NSDC), un organismo ligado a la presidencia. Este último puede sancionar sitios web a través de decreto presidencial.

El bloqueo forma parte de la amplia censura y medidas represivas del régimen de Zelenski en Kiev. El número total de dominios bloqueados en todo el país desde la imposición de la ley marcial varía considerablemente según la fuente. Probablemente ya supere los 6.000.

El World Socialist Web Site (WSWS) ya fue bloqueado por las autoridades ucranianas hace más de un año, en junio de 2024, debido a que expuso el carácter reaccionario del régimen y luchó por una perspectiva socialista internacional para poner fin a la guerra.

Previamente, Bogdan Syrotiuk, de la Guardia Joven de Bolcheviques-Leninistas (YGBL), fue encarcelado ilegalmente por publicar artículos en el WSWS que abogaban por la unidad entre trabajadores rusos y ucranianos contra los regímenes de Kiev y Moscú. Basándose en la descarada mentira de que Bogdan difundía propaganda rusa, el socialista fue acusado de alta traición. Ya ha pasado más de un año en prisión bajo las condiciones más duras.

Miles de opositores a la guerra en el país comparten su destino. El régimen de Zelenski responde al creciente rechazo a la guerra con una represión brutal. Masas de jóvenes que intentan evitar el reclutamiento obligatorio son llevados a la fuerza al frente, toda voz contraria a la guerra es censurada como propaganda rusa y quienes se niegan a acatar son encarcelados. Cuanto más desesperada se vuelve la situación en el frente, más agresivamente reprime el régimen cualquier forma de oposición.

junge Welt (jW) ha sido blanco de la censura ucraniana porque ha informado sobre la estrecha colaboración del gobierno con fuerzas fascistas, ha desafiado la narrativa de guerra de la OTAN e informado a sus lectores sobre la represión interna del país.

La censura generalizada de toda opinión disidente y la supresión del libre flujo de información desenmascaran como una mentira la afirmación de que la guerra en Ucrania se libra para defender la libertad y la democracia. Todo lo contrario: Zelenski está estableciendo una dictadura brutal para seguir sacrificando a la población ucraniana en una guerra promovida por la supremacía geoestratégica de la OTAN.

Pero la censura de una publicación únicamente en lengua alemana dentro de Ucrania no puede explicarse únicamente por las medidas represivas del régimen. Es probable que la cantidad de lectores dentro del país sea mínima. Debe asumirse que la medida fue tomada en estrecha consulta con las autoridades alemanas y busca ejercer intimidación.

El equipo editorial de jW informa que fue confrontado hace varias semanas con acusaciones absurdas por parte del lobby del Batallón Azov en Estados Unidos. Los editores fueron presionados para que “modificaran” artículos sobre unidades nazis ucranianas en el ejército, y se les amenazó con extensas consecuencias legales.

Ya en julio del año pasado, el Tribunal Administrativo Estatal de Berlín rechazó una demanda de jW contra su vigilancia por parte del servicio de inteligencia interior alemán (Verfassungsschutz). El juez Wilfried Peters, que actualmente dirige la oficina estatal de la inteligencia en Brandeburgo, declaró que incluso un análisis de clase de la sociedad y referencias positivas al revolucionario ruso Vladímir Lenin eran inconstitucionales. También menoscabó la libertad de prensa al declarar que el diario era, simplemente, una asociación política.

En su fallo, se basó casi palabra por palabra en su sentencia anterior contra el Sozialistische Gleichheitspartei (Partido Socialista por la Igualdad, SGP), editor de la edición alemana del World Socialist Web Site. El gobierno alemán justificó la vigilancia del SGP y su difamación como “extremista de izquierda” con el argumento de que abogaba por una “sociedad democrática, igualitaria y socialista” y luchaba “contra el supuesto nacionalismo, imperialismo y militarismo”. Esto significó en la práctica calificar a todo opositor a la guerra y a todo crítico del capitalismo como enemigo de la Constitución.

Si el régimen títere de Kiev ahora prohíbe publicaciones alemanas contra la guerra que ya están siendo atacadas por el Estado alemán, se debe suponer que Zelenski actúa por orden directa de sus financiadores en el gobierno alemán. Es revelador que, en una conferencia de prensa el 27 de agosto, un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores alemán se rehusara a comentar sobre el bloqueo de jW. El funcionario afirmó que “no tenía conocimiento” del caso.

Por lo tanto, Ucrania no solo es el escenario de la guerra de la OTAN contra Rusia; también se está convirtiendo en un precedente para un Estado policial europeo. En Ucrania, los imperialistas europeos están implementando las medidas que planean aplicar en todo el continente.

Tras encarcelar a cientos de opositores a la guerra como Bogdan Syrotiuk, el Reino Unido también ha comenzado a detener a activistas pacíficos contra el genocidio en Gaza y calificarlos de terroristas. En Alemania, los participantes en manifestaciones pacifistas y pro-Palestina son cada vez más atacados y enfrentan violencia policial extrema. En Francia, el presidente Macron libra una auténtica guerra contra las protestas obreras. Así como la mayoría de los trabajadores ucranianos se rehúsan a ser carne de cañón de la OTAN, trabajadores de toda Europa resisten los devastadores planes de austeridad con los que las potencias europeas financian el rearme contra Rusia.

La intensificación de la represión en Ucrania anuncia una escalada continental de la represión contra socialistas y opositores a la guerra. Por ello, hacemos un llamado a todos los lectores a protestar contra el bloqueo de junge Welt y a firmar la petición por la liberación de Bogdan Syrotiuk. Los derechos democráticos solo pueden ser defendidos si los trabajadores vinculan la lucha contra los despidos masivos y la austeridad con la lucha contra la guerra, y contrarrestan el nacionalismo creciente con la perspectiva del socialismo internacional.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 3 de septiembre de 2025)

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