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Rompimiento de filas: al interior de la guerra de Israel

Soldados israelíes documentan crímenes de guerra contra palestinos en Gaza

ITV, un canal de televisión terrestre británico, emitió un documental de 75 minutos que presenta testimonios de primera mano sobre la guerra entre Israel y Hamás por parte de veteranos y reservistas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) que participaron en el conflicto.

Sus testimonios son relatos directos de crímenes de guerra perpetrados por el autodenominado “ejército más moral del mundo”, contradiciendo de forma categórica la afirmación de las FDI de que operan bajo el marco del derecho internacional y procuran minimizar el daño civil durante su asalto genocida en Gaza.

Ben Zand [Photo: Benjamin Zand/Facebook]

Breaking Ranks: Inside Israel’s war (Rompimiento de filas: al interior de la guerra de Israel), producido por Matan Cohen y dirigido por el premiado cineasta británico-iraní Ben Zand, aporta evidencia valiosa de los crímenes del Estado israelí. No obstante, el documental tiene limitaciones. Al presentar imágenes del ataque del 7 de octubre, acepta la narrativa del primer ministro Benjamin Netanyahu de que este fue un evento totalmente imprevisto que justificó la guerra de aniquilación ya en curso desde hace dos años, sin mencionar que había recibido numerosas advertencias de que un ataque era inminente y que desmovilizó deliberadamente a las fuerzas de seguridad.

El documental no proporciona un contexto histórico sobre la situación de los palestinos en general, y de Gaza en particular, quienes han padecido durante décadas guerras, limpieza étnica y desposesión a manos del Estado sionista. Tampoco explica que desde que asumió el poder en diciembre de 2022, el gobierno de extrema derecha de Netanyahu, respaldado por pandillas de colonos fascistas, lanzó provocación tras provocación con el objetivo deliberado de provocar una represalia palestina que pudiera utilizarse para justificar una guerra total contra la población palestina. Mucho menos sitúa la guerra en el contexto más amplio de los planes del imperialismo estadounidense para reorganizar el Medio Oriente, rico en recursos, según sus propios intereses, usando a Israel como “perro de ataque” para librar “guerras en siete frentes”.

En esencia, Breaking Ranks presenta la guerra como una supuestamente justa que simplemente se salió de control.

Incluye imágenes de la guerra y de la destrucción de Gaza; fragmentos de discursos clave de Netanyahu; declaraciones de su exministro de Defensa Yoav Gallant, revelando intenciones genocidas, y del presidente Isaac Herzog, quien afirmó que “una nación entera es responsable” del ataque del 7 de octubre contra Israel; entrevistas con un profesor de derecho internacional de la Universidad de Haifa que expone cómo las acciones de las FDI violan dicho derecho; clips de video grabados por los soldados en Gaza; y dibujos que ilustran parte de los hechos que describen.

Crucialmente, se citan los recuerdos de soldados veteranos y reservistas que se alistaron de manera voluntaria, incluso entusiasta, en la guerra genocida de las FDI contra los palestinos en Gaza después del ataque del 7 de octubre, en medio de frenéticos llamados a una sangrienta venganza.

Solo en las tres primeras semanas de octubre de 2023 fueron asesinadas unas 10.000 personas palestinas, en un ambiente de “emoción y satisfacción”. Un mes después, la escala de la destrucción ya había superado los bombardeos de saturación lanzados por la Real Fuerza Aérea británica sobre Dresde durante la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, sus opiniones cambiaron conforme avanzaba la guerra, particularmente después de que Israel rompiera el alto el fuego acordado en enero de este año. Relatan “bombardeos indiscriminados, casos en los que civiles palestinos fueron utilizados como escudos humanos, y una cultura operativa que algunos soldados describieron como ‘no hay inocentes en Gaza’”. Cuestionan las decisiones de sus comandantes y revelan las realidades ocultas de una guerra mayormente censurada ante la opinión pública internacional, y sobre todo dentro de Israel, donde domina una propaganda asquerosa.

Breaking Ranks: Inside Israel’s war (Rompimiento de filas: al interior de la guerra de Israel) – Zandland, ITV [Photo: Zandland, ITV ]

Mientras algunos optaron por hablar a cámara mostrando su rostro, otros decidieron ocultarlo. Todos describieron cómo se ignoraban sistemáticamente los códigos de conducta oficiales respecto a la protección de civiles.

Daniel, comandante de una unidad de tanques de las FDI, afirmó que la retórica de que no hay inocentes en Gaza se filtraba entre las tropas. “Escuchas eso todo el tiempo, así que empiezas a creértelo”, dijo. “Si quieres disparar sin restricciones, puedes hacerlo”.

Algunos rabinos extremistas también promovieron esta idea. El rabino Avraham Zarbiv dijo: “Todo allí es una gran infraestructura terrorista”. Se atribuyó el mérito de haber impulsado una táctica adoptada por las FDI en su conjunto: la compra masiva de topadoras blindadas para arrasar edificios dañados o destruidos.

La mayor Neta Caspin relató: “En una ocasión, el rabino de la brigada se sentó a mi lado y pasó media hora explicando por qué debemos hacer exactamente lo mismo que ellos hicieron el 7 de octubre. Que debemos vengarnos de todos ellos, incluidos los civiles. Que no debemos discriminar, y que esa es la única manera”.

El capitán Yotam Vilk, oficial de un cuerpo acorazado, explicó: “En el entrenamiento básico, todos recitábamos ‘medios, intención y capacidad’, en referencia a las directrices oficiales del entrenamiento militar que estipulan que un soldado solo puede disparar si el blanco tiene los medios, muestra intención y tiene la capacidad de causar daño”. Pero agregó: “Eso no existe en Gaza. Ningún soldado dice ‘medios, intención y capacidad’. Solo es sospechoso por caminar por donde no se permite. Un hombre entre 20 y 40 años”.

Eli, otro soldado, señaló: “La vida y la muerte no las deciden los procedimientos ni las reglas de enfrentamiento. Es la conciencia del comandante en el terreno la que decide” quién es un enemigo o terrorista. Explicó: “Si caminan muy rápido, son sospechosos. Si caminan muy despacio, también. Están tramando algo. Si tres hombres caminan y uno se retrasa, es una formación de infantería de dos contra uno – eso es una formación militar”.

Eli describió cómo un oficial superior ordenó a un tanque que demoliera un edificio en una zona designada como segura para la población civil, diciendo: “Un hombre estaba de pie en el techo colgando la ropa, y el oficial decidió que era un vigía. No era un vigía. Estaba colgando ropa. Se ve claramente que está colgando ropa. No tenía binoculares ni armas. La unidad más cercana estaba a 600 o 700 metros. Así que, a menos que tuviera visión de águila, ¿cómo podría ser un vigía? Y el tanque disparó un proyectil. El edificio colapsó parcialmente. El resultado fue muchos muertos y heridos”.

Los soldados también dieron testimonio sobre el uso de civiles palestinos como escudos humanos, conocido como el “protocolo mosquito”. Daniel contó: “Envías al escudo humano al túnel. Mientras camina, lo mapea para ti. Lleva un iPhone en el chaleco y mientras camina, envía información GPS. Los comandantes vieron cómo funcionaba. Y la práctica se extendió como el fuego. Después de una semana, cada compañía tenía su propio mosquito”.

Más tarde dijo: “Siento que destruyeron todo mi orgullo de ser israelí – de ser oficial de las FDI. Solo queda la vergüenza.”

Sam, un contratista que trabajaba en centros de distribución del Fondo Humanitario para Gaza, dijo haber sido testigo de cómo las FDI asesinaron a civiles desarmados. Relató un incidente en el que dos jóvenes corrían en una multitud para recibir ayuda: “Vimos a dos soldados correr tras ellos. Se arrodillaron y dispararon dos veces, y vimos… dos cabezas caer hacia atrás y desplomarse”. En otro incidente, un tanque israelí destruyó “un coche normal… con cuatro personas normales adentro”.

El documental también da voz a los palestinos, lo cual es vital ante el silencio casi total de los medios internacionales. Israel ha prohibido a la prensa extranjera ingresar de manera independiente a Gaza desde octubre de 2023 y ha asesinado al menos a 250 periodistas, reporteros y camarógrafos.

Estalla un incendio entre edificios destruidos durante operaciones terrestres y aéreas israelíes en el norte de la Franja de Gaza, tras un ataque militar israelí, visto desde el sur de Israel, lunes 6 de octubre de 2025. [AP Photo/Leo Correa]

Matan Cohen, el productor que entrevistó a los soldados, explicó: “La capacidad de exponer la realidad de lo que ocurrió en el terreno en esta situación horrenda es para lo que existe el periodismo. Estos testimonios arrojan luz sobre acciones y decisiones que el mundo nunca debió haber visto, y nos desafían a enfrentar lo que realmente ocurre en un conflicto cuando la rendición de cuentas se pierde”.

Sus testimonios confirman numerosos informes sobre la brutalidad de las fuerzas israelíes. Cabe señalar que el ex jefe del Estado Mayor de las FDI, Herzi Halevi, reconoció recientemente que más de 200.000 palestinos han sido asesinados o heridos, afirmando que “nos quitamos los guantes” y que “ni una sola vez” las decisiones militares en Gaza se basaron en asesoría legal.

Las declaraciones de los soldados también evidencian la impunidad con la que operan las FDI, a pesar de sus continuas afirmaciones de que las denuncias de crímenes siempre se investigan.

La asesora jurídica militar de las FDI, la mayor general Yifat Tomer-Yerushalmi, no ha presentado ninguna acusación contra soldados por el asesinato de civiles en Gaza, ni siquiera después de ataques de alto perfil que provocaron indignación internacional y violaron claramente el derecho humanitario internacional, como el asesinato de cientos de trabajadores sanitarios y 562 trabajadores humanitarios, según la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, sin contar los decenas de miles de civiles palestinos asesinados.

Según un informe de The Guardian publicado en agosto pasado, la asesora jurídica informó que las FDI habían iniciado 74 investigaciones criminales sobre supuesta mala conducta de soldados desde el inicio del asalto contra Gaza, incluidas 52 relacionadas con muertes y maltratos a detenidos, 13 por robo de municiones del enemigo, 3 por “destrucción de propiedad civil sin necesidad militar” y 6 por el “uso ilegal de la fuerza”.

Muy pocas de estas investigaciones llevaron a cargos formales: cinco soldados reservistas fueron acusados de abuso agravado y causar lesiones graves a un detenido palestino en el centro de detención de Sde Teiman, cargos que originalmente eran de violación; un soldado fue condenado a siete meses de prisión por maltratar a detenidos y dos fueron expulsados del ejército después de que un ataque acabara con la vida de siete trabajadores humanitarios de World Central Kitchen.

La semana pasada estalló un escándalo cuando Tomer-Yerushalmi, la principal asesora legal de las FDI, reveló que ella fue quien filtró el infame video de agosto de 2024 en el que se ve a soldados violando a un detenido palestino con los ojos vendados y causándole heridas graves. Se convirtió entonces en el blanco de una campaña de linchamiento, arresto y posible enjuiciamiento por parte de la derecha.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 12 de noviembre de 2025)

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