El 25 de noviembre, el Washington Post publicó un artículo de opinión del presidente de la República de China (Taiwán), Lai Ching-te, en el que anunciaba que el gasto en defensa de la isla aumentaría al 3,3 por ciento del PIB para 2026 y posteriormente al 5 por ciento del PIB para 2030.

Como parte de este esfuerzo, Lai declaró que su gobierno crearía un presupuesto suplementario histórico de defensa de $US440.000 millones que se utilizaría para financiar nuevas adquisiciones significativas de armas de Estados Unidos y fortalecer las capacidades asimétricas de Taiwán.

Raymond Greene, director del Instituto Americano en Taiwán y embajador de facto de EE. UU. en Taiwán, emitió inmediatamente un comunicado en el que describía las maniobras de Lai como 'inversiones necesarias para disuadir desafíos sin precedentes a la paz y la prosperidad mundiales', a pesar de que Lai negó que la decisión fuera dictada por el presidente Donald Trump, quien previamente había exigido que el gasto militar de Taiwán equivaliera al 10 por ciento de su PIB, o al 80 por ciento del gasto anual del gobierno.

Con la intención de disuadir

Las 'inversiones necesarias' no se limitan ni se limitarán al 5 por ciento del PIB nacional. Como reveló Nikkei Asia el 20 de noviembre de 2025, la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad entre Estados Unidos y China (USCC, por sus siglas en inglés), un órgano dependiente del Congreso estadounidense, solicitó a Taiwán que financiara la modernización de numerosas bases militares filipinas administradas por Estados Unidos, ya que anteriormente habían servido para 'disuadir' a China.

Bajo este razonamiento, Taiwán también debe financiar no solo cada instalación militar a lo largo de la primera cadena de islas, que se extiende desde el archipiélago japonés hasta las islas Ryukyu, Taiwán, Filipinas y Borneo, sino también las campañas bélicas de Estados Unidos contra China en todo el mundo, ya que la segunda economía más grande del mundo debe ser 'disuadida' en todas partes por el imperialismo.

El gobierno de Lai se postrará ante Trump para demostrar 'la determinación de Taiwán de defenderse', como una frase en clave para describir el apoyo de la élite gobernante taiwanesa al genocidio en curso en Gaza, la dictadura fascista y la guerra mundial .

El aumento del gasto militar para servir a los intereses imperialistas estadounidenses tendrá un impacto devastador en la financiación de servicios públicos, como la educación, la sanidad, las prestaciones por discapacidad, así como en las medidas gubernamentales sobre infraestructura crítica y el cambio climático. Esto exige un ataque cada vez más severo contra el nivel de vida de los trabajadores y las masas taiwanesas.

Un ejemplo ilustra esto. Los maestros sustitutos en las escuelas primarias públicas cobran 336 dólares taiwaneses por hora por enseñar (unos 10,6 dólares estadounidenses). Este salario de miseria se ha estancado durante tres décadas. No se les paga por corregir tareas y exámenes, preparar instrucciones, contactar con padres y alumnos, etc. Quienes enseñan 20 horas a la semana ni siquiera podrían ganar un salario mínimo de NT$902 ($US29) Además, sus ingresos están muy por debajo del umbral para pagar impuestos.

Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional, el PIB per cápita de Taiwán sería de $US37.827 (NT$ 1.183.193.60) en 2025. Esta cifra oculta la cruda realidad de que casi la mitad de los trabajadores taiwaneses tienen ingresos inferiores al umbral impositivo, según indica el Ministerio de Finanzas de Taiwán.

Sin embargo, las verdaderas implicaciones de apoyar la hegemonía estadounidense van mucho más allá de soportar cargas financieras. Requiere que los trabajadores taiwaneses paguen el precio con sangre.

Armas para todos

En septiembre de 2021, Robert C. O'Brien, exasesor de Seguridad Nacional de la primera administración Trump, escribió en el Wall Street Journal que la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán envalentonaría a China. Para disuadir a Beijing, Washington debe convertir a Taiwán en un 'puercoespín' distribuyendo misiles Stinger portátiles a las 2.000 comisarías de policía de la isla, desplegando minas marinas de ataque rápido lanzadas desde el aire frente a las costas de Taiwán y formando clubes de tiro, similares a los focos de extrema derecha de Europa del Este.

En 2023, O'Brien recibió la Orden de la Estrella Brillante de manos de la entonces presidenta Tsai Ing-wen en reconocimiento a sus contribuciones a las relaciones entre Taiwán y Estados Unidos. Además, afirmó que China se vería disuadida si un millón de civiles taiwaneses fueran armados con AK-47.

Desde entonces, la defensa de Taiwán del imperialismo estadounidense ha adoptado cada vez más la forma de una guerra asimétrica.

Guerra urbana y resiliencia

Taiwán ha adquirido 14 sistemas automatizados de lanzamiento de minas M-136 Volcano. Cada Volcano puede colocar 960 minas terrestres en 10 minutos. Por lo tanto, catorce Volcanos pueden desplegar 13.440 minas terrestres en 10 minutos. Se puede calcular el daño que estos sistemas podrían causar a la isla en un solo día.

Las potencias imperialistas colocan minas terrestres o lanzan bombas de racimo con frecuencia en territorio extranjero. Durante los últimos días de la guerra de 2006 entre Israel y el Líbano, el estado sionista lanzó municiones de racimo con cuatro millones de submuniciones. Un millón de submuniciones quedaron sin explotar y finalmente se convirtieron en minas terrestres. Estas municiones han seguido matando y mutilando en el Líbano desde 2006.

Las élites gobernantes de Washington y Taipéi están bien preparadas para convertir Formosa (antiguo nombre portugués de isla Taiwán) en una isla minada antes de que comience una confrontación militar con China.

El Ministerio de Defensa de Taiwán había solicitado que los templos se utilizaran como depósitos de municiones. El plan, que generó una gran preocupación en la isla, se ha suspendido temporalmente.

Desde octubre de 2023, Israel ha acusado falsamente a Hamás de utilizar mezquitas, iglesias, hospitales, escuelas y universidades para ocultar armas y municiones, lo cual posteriormente se utilizó para justificar la destrucción de las mismas por parte del ejército genocida. El gobierno de Lai no duda en convertir 15.000 templos taiwaneses en trampas mortales.

En octubre de 2024, el Ministerio de Educación de Taiwán distribuyó un formulario de consentimiento a estudiantes de secundaria, reclutándolos para brindar 'apoyo logístico' a las fuerzas armadas durante la guerra. Si bien el plan se archivó temporalmente debido a la indignación pública, es muy probable que los niños taiwaneses sean reclutados bajo presión estadounidense.

En noviembre de 2024, la Universidad Nacional Chengchi, una de las principales universidades públicas de investigación de Taipéi, llevó a cabo un llamado a filas para reservistas. Esta medida volvió a desdibujar la línea entre instalaciones civiles y militares.

En abril de 2025, el gobierno de Lai reveló a The Guardian que unas 13.000 cadenas de tiendas de conveniencia repartidas por Formosa se convertirían en 'centros de operaciones en tiempos de guerra'. Esta medida es similar a intentos anteriores de utilizar templos y escuelas para la defensa 'nacional' y la 'defensa civil'.

Según el informe de 2024 del Atlantic Council, titulado 'Hacia la Resiliencia: Un Plan de Acción para Taiwán ante la Agresión de la República Popular China', las guerras contra China deberían llevarse a cabo mediante una 'colaboración público-privada' e involucrar al sector privado 'como parte interesada directa en asuntos de defensa nacional'.

El estudio citó la 'colaboración público-privada' de Ucrania (un eufemismo para referirse a un escándalo masivo de malversación de fondos ) como un ejemplo a seguir por Taiwán, argumentando que permitir que el sector privado se lucre con los conflictos los incentivaría a acatar las órdenes de Washington.

El gobierno de Lai siguió las instrucciones e implementó iniciativas destinadas a mejorar la 'resiliencia urbana'.

El pasado julio, la policía militar, equipada con Stingers, operó en las estaciones del metro de Taipéi durante el ejercicio militar anual Han Kuang. El Ministerio del Interior de Taiwán ha entrenado a miles de policías como tropas de combate y los ha armado con Stingers, a pesar de que el gobierno ha negado repetidamente la existencia de un 'segundo ejército' calificándolo de 'noticia falsa'.

Los policías guerreros de un aparato estatal represivo atacan principalmente a opositores políticos y trabajadores para la represión masiva. Como declaró Lai en junio de 2025, 'al igual que al forjar una espada, hay que seguir martillando para eliminar las impurezas, hasta que solo quede una voluntad de hierro para... salvaguardar nuestra democracia'.

Durante el ejercicio militar Han Kuang, una batería de artillería convirtió una escuela primaria en Nuevo Taipéi en un centro de mando y luego disparó obuses contra su campo deportivo con el pretexto de fortalecer la resiliencia urbana.

Taipéi es una de las ciudades más densamente pobladas de Asia, con unas 9.500 personas por kilómetro cuadrado; Nuevo Taipéi tiene aproximadamente 7.490 habitantes por kilómetro cuadrado en áreas urbanas. Estas maniobras de 'resiliencia urbana' sirven para ofuscar la distinción entre civiles y soldados, convirtiendo a la gente común en blancos legítimos.

Desde noviembre, el Ministerio de Defensa ha distribuido un folleto de Defensa y Seguridad a todos los hogares de Taiwán, afirmando tanto en chino como en inglés: 'En caso de una invasión militar de Taiwán, cualquier afirmación de que el gobierno se ha rendido o de que la nación ha sido derrotada es falsa'.

Los trabajadores taiwaneses son mera carne de cañón, y se espera que luchen contra China hasta el último hombre, mujer y niño bajo los dictados de Estados Unidos.

Taiwán emula a Israel

La noche del 27 de octubre de 2025, Lai asistió a una cena organizada por el Comité de Asuntos Públicos Estados Unidos-Israel (AIPAC), una importante organización de extrema derecha que demonizaba el antisionismo en nombre de la lucha contra el antisemitismo.

Elogió la determinación de Israel de 'defender su territorio' por 'ofrecer un valioso modelo para Taiwán'. Al “enfrentar desafíos a nuestra posición internacional y amenazas a nuestra soberanía por parte de China”, Taiwán aprendió de la victoria de David sobre Goliat al enfrentarse a la “coerción autoritaria”, proclamó.

Esta no es la primera vez que Lai establece una analogía entre Israel y Taiwán. En noviembre de 2024, comparó a Taiwán con Canaán, refiriéndose a la primera como “la Tierra Prometida otorgada por Dios”. Con una fe inquebrantable, “estos 23 millones de personas se unirán al ejército de Dios”.

Como Lai describió a la isla como la representante “escogida” de la civilización judeocristiana, con el imperialismo estadounidense dominando la isla como el gobierno divino de Yahvé, entonces el pueblo de Taiwán debería ser sometido a la destrucción total, como en Canaán, si el Señor lo ordena. Como se describe en Deuteronomio 20:16, “En las ciudades de las naciones que el Señor tu Dios te da como herencia, no dejes con vida nada que respire”.

El régimen de extrema derecha de Lai es una expresión maligna de la podredumbre de toda la élite gobernante taiwanesa. Los sucesivos gobiernos de la República de China desde 1949 han defendido los intereses del imperialismo estadounidense en la región. Hoy en día, cuanto más reaccionaria y perversa se vuelve la élite gobernante taiwanesa, más sirve a sus objetivos históricos. Como declaró Lai en el Washington Post el 25 de noviembre: “Estamos agradecidos” a Trump por mostrar la importancia del “liderazgo estadounidense” para el mundo. “La comunidad internacional está hoy más segura gracias a la búsqueda de la paz mediante la fuerza por parte de la administración Trump”.

(Artículo publicado originalmente en inglés el de diciembre de 2025)