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Casi 500 trabajadores detenidos en una redada migratoria masiva en planta de Hyundai en Georgia

El jueves, múltiples agencias federales, incluyendo Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, por sus siglas en inglés)—una división del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE)—el FBI, la Administración para el Control de Drogas, el Servicio de Impuestos Internos (IRS), y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), llevaron a cabo una redada migratoria masiva en el complejo Metaplant America del Grupo Hyundai Motor en Ellabell, Georgia.

Agentes de inmigración y federales arrestan en masa a trabajadores en la planta de Hyundai, Georgia, el 4 de septiembre de 2025. [Photo: ATF]

Según el HSI, la redada de carácter fascistoide resultó en el secuestro de 475 trabajadores. En una conferencia de prensa el viernes, Steven Schrank, agente especial a cargo del HSI en Georgia, afirmó que fue la redada más grande en un solo sitio en la historia de la agencia.

Schrank afirmó que los trabajadores habían ingresado ilegalmente a EE. UU., excedido la duración de sus visas o que estaban violando sus visas al trabajar. Indicó que la mayoría de los detenidos eran de origen coreano y que ya habían sido transportados a un campo de concentración del ICE en Folkston, Georgia.

Trabajadores esposados con bridas plásticas después de ser secuestrados en el trabajo por agentes migratorios y federales en Georgia, el 4 de septiembre de 2025. [Photo: ATF]

El complejo de 7.600 millones de dólares está ubicado en la localidad de Ellabell, a las afueras de Savannah, Georgia. Su campus de 2.900 acres incluye una planta de vehículos eléctricos y una instalación de fabricación de celdas de baterías de litio aún en construcción, esta última fue el “lugar objetivo” específico en una orden judicial revelada el viernes.

Vehículos en la línea de producción en la planta Metaplant America del Grupo Hyundai Motor [AP Photo/Mike Stewart]

De manera reveladora, la orden listaba solo a cuatro “personas objetivo” para ser registradas, ninguna de las cuales parece ser de origen coreano. Sin embargo, también otorgaba a los agentes federales la autoridad para incautar “todos los registros” en el lugar relacionados con empleo e identidad, una autorización amplia que se utilizó como pretexto para la detención masiva de casi 500 trabajadores.

La fábrica es una empresa conjunta entre Hyundai Motor y LG Energy Solution. Tras recibir un subsidio de 2.000 millones de dólares del gobierno estatal de Georgia, Hyundai prometió emplear a 8.500 trabajadores en la instalación para el año 2031. Según funcionarios de la empresa y del gobierno estadounidense, muchos de los trabajadores detenidos estaban contratados por subcontratistas.

La redada del jueves es la última de una serie de redadas laborales masivas ocurridas este año, incluyendo redadas en plantas empacadoras de carne en Iowa, en un sitio de construcción de residencias estudiantiles en Florida, y en múltiples operaciones del ICE fuera de locales de Home Depot en el condado de Los Ángeles. Estas redadas laborales a gran escala desenmascaran las afirmaciones de Trump de que las operaciones migratorias están dirigidas contra “criminales” y “asesinos”.

Empleados trabajando durante un recorrido para la prensa en la planta Metaplant America del Grupo Hyundai Motor, el miércoles 26 de marzo de 2025, en Ellabell, Georgia. [AP Photo/Mike Stewart]

Hasta el 24 de agosto, el ICE reportó tener a 61.225 individuos bajo su custodia, de los cuales la gran mayoría, 43.021 (70,3 por ciento), no tienen condenas penales. Del 30 por ciento que sí tienen condenas, la mayoría son por delitos no violentos o menores, como infracciones de tránsito.

Tras la operación policial masiva, Yvonne Brooks, presidenta de la AFL-CIO de Georgia, emitió una declaración superficial señalando que la redada fue “motivada políticamente” y añadió:

Arrestar y detener a trabajadores, quienes son explotados todos los días y arriesgan su vida en el trabajo, crea un ambiente de temor que aterroriza a los trabajadores y sus familias e incrementa la carga laboral de sus compañeros.

Las declaraciones de Brooks son reveladoras. Lejos de hacer un llamado a la acción para defender a los cientos de trabajadores detenidos, reduce el ataque a la inconveniencia de una “carga laboral adicional” para quienes quedaron. Estas declaraciones subrayan la verdadera función del aparato sindical: apaciguar la indignación de los trabajadores, limitar su respuesta a simples quejas y mantener la alianza política de la burocracia con el Partido Demócrata.

Ante redadas masivas y deportaciones, los sindicatos se niegan categóricamente a convocar huelgas o a organizar cualquier forma de resistencia genuina.

Will Lehman, trabajador de Mack Trucks y socialista que se postuló a la presidencia del UAW en 2022, emitió la siguiente declaración en respuesta a la redada en Hyundai en Georgia:

Denuncio esta redada bárbara y exijo la liberación inmediata de todos los trabajadores secuestrados por la Gestapo migratoria. Esto no es solo un ataque contra los trabajadores inmigrantes, es un ataque contra toda la clase obrera. Si el gobierno puede usar órdenes judiciales endebles que nombran a cuatro personas para justificar el uso de bridas para arrestar a casi 500, entonces usará los mismos métodos contra trabajadores ciudadanos que resistan los ataques contra sus empleos, nivel de vida y derechos democráticos. Ya hemos visto este año cómo la administración Trump despojó de protecciones sindicales a casi un millón de trabajadores federales—lo que les hacen a los inmigrantes hoy, se lo harán mañana al resto de nosotros.

Las burocracias sindicales nacionalistas, incluyendo la AFL-CIO y el UAW, no han convocado ni una sola huelga para defender a los trabajadores inmigrantes, sus empleos o sus derechos democráticos básicos. Una vez más, han demostrado ser un brazo de las corporaciones y del Estado. Por eso, los trabajadores deben construir nuevas organizaciones—comités de defensa de base en cada fábrica y lugar de trabajo. La Alianza Internacional Obrera de Comités de Base lucha por unir a los trabajadores de todos los países, idiomas y nacionalidades en una lucha común.

Llamo a todos los trabajadores a defender a nuestros hermanos y hermanas de clase detenidos en la redada de Hyundai, exigir su liberación y movilizarse en oposición al creciente asalto contra los trabajadores inmigrantes en todo el país.

La redada en la planta de Hyundai en Georgia marca una nueva etapa en la ofensiva contra la clase obrera. Órdenes judiciales frágiles y chauvinismo antiinmigrante se están usando para justificar redadas masivas, detenciones y deportaciones.

Esta redada expone el fraude de las burocracias sindicales, que responden a los ataques más descarados con declaraciones tibias sobre “cargas laborales” mientras se niegan a convocar cualquier acción huelguística. Su papel no es defender a los trabajadores, sino reprimir la lucha de clases y preservar sus propios privilegios atando a los trabajadores al Partido Demócrata, que está tan comprometido como Trump con las deportaciones masivas, el capitalismo y la guerra.

Frente a esto, la clase obrera debe avanzar su propia perspectiva independiente. El ataque contra los inmigrantes es la punta de lanza de una ofensiva más amplia contra toda la clase trabajadora.

La defensa de los trabajadores inmigrantes es inseparable de la defensa de los derechos democráticos, empleos y nivel de vida de toda la clase obrera. La respuesta no está en el veneno nacionalista del aparato sindical, sino en la unificación de los trabajadores de todos los países en una lucha común por el socialismo.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 5 de septiembre de 2025)

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