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“Gargantuesca” revisión a la baja en las cifras de creación de empleo en EE.UU.

Una contundente revisión a la baja, de casi 1 millón, en la estimación del número de empleos creados en los 12 meses hasta marzo de este año, ofrece una mirada reveladora sobre el verdadero estado de la economía estadounidense, en contraste con la propaganda sobre crecimiento económico y un mercado laboral “fuerte”.

Hummers eléctricos en la línea de montaje de la Factoría Cero de GM [Photo by Jeffrey Sauger/GM]

Al realizar una revisión más profunda del empleo, más allá de lo que permiten las encuestas mensuales, la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés) determinó que los empleadores habían creado 911.000 empleos menos de lo que se había informado previamente.

El informe siguió a la publicación de datos de encuestas la semana pasada que mostraban que sólo se habían creado 22.000 empleos en agosto, y que durante los últimos cuatro meses la creación total de empleo fue de 27.000, muy por debajo de los niveles registrados en 2024.

Economistas expresaron su preocupación por la magnitud de la revisión a la baja, entre ellos Samuel Tombs, economista jefe para EE.UU. de Pantheon Macroeconomics, quien dijo al Financial Times que era “gargantuesca”.

El número de empleos creados fue revisado a la baja en casi todos los sectores de la economía. Ocio y hospitalidad bajó 176.000; servicios empresariales, 158.000; y comercio minorista, 126.000 empleos menos.

Comentando sobre el resultado para los servicios —13.000 empleos menos por mes que las estimaciones previas— Bradley Saunders, economista para América del Norte de Capital Economics, señaló: “Siendo los servicios el último bastión del crecimiento del empleo, esto no augura nada bueno para la salud general del mercado laboral.”

Aunque los números no son tan grandes, el sector manufacturero —clave— registró en agosto su cuarta caída mensual consecutiva según los datos mensuales, el periodo de descenso más prolongado desde la pandemia, con el empleo en el sector ahora en terreno negativo en lo que va del año.

El impulso al empleo que Trump prometió como resultado de los aranceles no se ha materializado. De hecho, los aranceles están provocando recortes de empleo, ya que los empresarios buscan reducir costos debido a los aumentos de precios en sus insumos que afectan sus ganancias.

Según Bob Schwartz de Oxford Economics, citado por el Financial Times: “Si los aranceles buscan fortalecer la economía manufacturera nacional, los beneficios no se están viendo reflejados en el nivel de contratación… Parece que el aumento de los costos de insumos ligado a los aranceles tiene un efecto inmediato, mientras que el incentivo para que las empresas trasladen operaciones —y empleos— a EE.UU. aún no ha dado frutos”.

El gobierno de Trump aprovechó con entusiasmo los datos de empleo como justificación para dos acciones: el despido del director de la BLS a principios del mes pasado y la presión para que la Reserva Federal recorte fuertemente las tasas de interés.

En una declaración sobre la importante revisión, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karolin Leavitt, dijo: “Esto demuestra por qué necesitamos un nuevo liderazgo que restaure la confianza en los datos de la BLS en nombre de los mercados financieros, las empresas, los responsables políticos y las familias que dependen de esos datos para tomar decisiones”.

En realidad, los nuevos datos no justifican el despido de Erika McEntarfer como jefa de la BLS, ya que su destitución y reemplazo por un acólito de Trump, E.J. Antoni, se realizó bajo la acusación de que los datos mensuales de agosto —que incluyeron una importante revisión a la baja— habían sido “manipulados”.

Esas cifras, lejos de reflejar una agenda política como sostiene Trump, expresan una tendencia objetiva que ahora resulta aún más evidente.

La causa de las grandes revisiones radica en las dificultades para obtener rápidamente datos mensuales basados en encuestas. Las sobrestimaciones en la creación de empleo se deben, al menos en parte, a que sólo el 43 por ciento de los empleadores responde a la encuesta mensual, comparado con el 60 por ciento antes de la pandemia.

La BLS ha intentado mejorar sus métodos de recopilación de datos, pero sus esfuerzos han sido obstaculizados por recortes presupuestarios aplicados tanto por gobiernos republicanos como demócratas y recortes adicionales bajo la segunda administración de Trump.

Una declaración emitida esta semana por la Asociación Nacional de Economistas Empresariales sostuvo que “con fondos suficientes, las agencias pueden modernizar la recopilación de datos y mejorar la precisión de las primeras estimaciones”.

Tras afirmar que las cifras anteriores estaban “manipuladas”, Trump ahora ha cambiado de rumbo y busca usarlas como base para presionar a la Reserva Federal a bajar las tasas de interés. Una declaración de la Casa Blanca dijo que Trump tenía razón sobre que “la Fed actuó demasiado tarde” y que las revisiones “dejan en claro que la política monetaria de la Fed es demasiado restrictiva y las tasas de interés siguen siendo demasiado altas”.

Es casi seguro que la Fed reducirá las tasas en 0,25 puntos porcentuales en su reunión de la próxima semana, e incluso podría aplicar un recorte “jumbo” de 0,5 puntos. Uno de los designados por Trump en el consejo de gobierno de la Fed, Christopher Waller —quien se opuso a la decisión de julio de mantener las tasas estables— ha indicado que está a favor de tal medida si hay un deterioro significativo en el mercado laboral.

Sin embargo, incluso un recorte de esa magnitud está lejos de la reducción de hasta 3 puntos porcentuales que Trump ha estado exigiendo.

Aun así, su campaña para cambiar el equilibrio de poder en el consejo de gobierno de la Reserva Federal y debilitar la posición del presidente Jerome Powell, a quien ha calificado de “cabeza hueca” mientras trata de encontrar formas de destituirlo, ha recibido un pequeño revés. Una jueza estadounidense dictaminó que la gobernadora de la Fed, Lisa Cook, despedida por Trump, podría conservar su puesto mientras continúa su demanda por despido injustificado.

En una decisión emitida el martes por la noche, la jueza Jia Cobb dijo: “Cook ha hecho una demostración convincente de que su destitución supuestamente se hizo en violación de la Ley de la Reserva Federal.”

Cook fue atacada por la administración Trump tras alegaciones de que, antes de formar parte de la Fed, había declarado dos propiedades como su residencia principal al solicitar una hipoteca, lo que le permitió obtener una tasa de interés más baja, y que debía ser destituida.

Pero en su fallo, la jueza Cobb pareció descartar esos argumentos al señalar que un presidente sólo puede destituir a un gobernador de la Fed “por causa justificada”, en base a su conducta en el cargo, y que dicha causa “no contempla la remoción de una persona por conductas que ocurrieron antes de asumir el cargo.” Sin embargo, esta batalla está lejos de terminar, ya que la administración anunció que apelará, y el asunto podría llegar hasta la Corte Suprema.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 10 de septiembre de 2025)