En la madrugada del viernes, el gobernador de Utah, Spencer Cox, y el director del FBI, Kash Patel, anunciaron el arresto de Tyler Robinson, sospechoso del asesinato del operador fascista Charlie Kirk.
El asesinato de Kirk ha sido aprovechado por el gobierno de Trump para justificar una campaña de represión cada vez más intensa contra cualquier crítica a la extrema derecha. Esto sucede incluso cuando se sabe muy poco sobre los motivos del presunto agresor y existen indicios de que podría tratarse de un ideólogo de extrema derecha.
La declaración más significativa en la conferencia de prensa se produjo al final de las declaraciones de Patel, cuando, rindiendo homenaje a Kirk, declaró: “Descansa ahora, hermano, nosotros mantenemos la guardia, y te veré en el Valhalla”.
La invocación al “Valhalla” por parte de Patel fue una referencia explícita a mitologías apropiadas por los movimientos fascistas. Desde la exaltación de Wagner por parte de Hitler hasta grupos neonazis modernos como la Orden de los Nueve Ángulos, los símbolos nórdicos —especialmente Valhalla, el “salón de los caídos”— han sido utilizados para glorificar la violencia política y el martirio en términos heroicos y cuasireligiosos.
Referencias a Valhalla han aparecido en los manifiestos de asesinos en masa en Christchurch, Buffalo y Utøya, donde fue invocado para encubrir atrocidades en el lenguaje de la pureza racial y una mítica vida posterior guerrera.
Que el director del FBI repita esta tradición subraya hasta qué punto la retórica y los símbolos del fascismo se han normalizado dentro del propio Estado. Kirk, como el WSWS señaló ayer, está siendo convertido en el Horst Wessel del movimiento MAGA, un mártir en la cruzada de la extrema derecha.
En cuanto a los detalles conocidos hasta ahora, provienen en gran parte de las cuatro vainas de bala halladas en el lugar del crimen, cada una con inscripciones.
El informe inicial del Wall Street Journal que afirmaba que las vainas expresaban una “ideología protransgénero” ha sido desmentido como una invención.
En realidad, las inscripciones parecen ser una mezcla de memes de extrema derecha y referencias a videojuegos: una lee, “Notices bulges. OwO. What’s this?” —una “broma” antitrans vinculada a subculturas en línea. Otra vaina dice: “Hey fascist! Catch! ↑ → ↓ ↓ ↓”, una referencia al conocido videojuego de disparos Helldivers 2.
Una tercera llevaba inscrita la letra de “bella ciao”. Aunque se trata de una canción italiana antifascista, también aparece de forma prominente en el videojuego Far Cry 6 (2021), cuando suena mientras el jugador sube a una azotea y abre fuego contra enemigos con una ametralladora. La cuarta vaina dice: “Si lees esto, eres gay [me parto de risa]”.
Si bien sin duda seguirán apareciendo detalles sobre las opiniones de Robinson, en una entrevista con el Daily Mail, la abuela de Robinson, Debbie, enfatizó que la familia era firmemente partidaria de Trump.
“La mayoría de los miembros de mi familia son republicanos. No conozco a uno solo que sea demócrata”, dijo al periódico. Fotografías que circulan en línea muestran a Tyler disfrazado de Trump en Halloween y en otras posando con armas. Registros públicos confirman que los padres de Robinson están ambos registrados como republicanos.
A pesar de todo esto, el gobierno de Trump está intensificando sus esfuerzos para utilizar el asesinato como herramienta de ataque contra la izquierda, sin que los medios de comunicación o el Partido Demócrata planteen ninguna oposición.
En su aparición del viernes por la mañana en Fox News, Trump insistió en que el tirador fue motivado por “política de izquierda”. El presidente fascista declaró: “Los radicales de derecha muchas veces son radicales porque no quieren ver crimen. Los radicales de izquierda son el problema”.
La Casa Blanca también está utilizando la muerte de Kirk para intentar borrar cualquier distinción entre iglesia y Estado. El viernes, publicó un video oficial en el que aparece Kirk declarando: “Confía en Dios y actúa obedientemente” y “Jesucristo fue una persona real, vivió una vida perfecta, fue crucificado, murió y resucitó al tercer día, y es Señor y Dios de todos”. El video concluye con cánticos de “USA” y el logotipo oficial de la Casa Blanca.
Los medios corporativos y las grandes ligas deportivas se han unido a los homenajes públicos a Kirk —realizando minutos de silencio en partidos de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) y la Liga Mayor de Béisbol (MLB)— como parte de un esfuerzo más amplio por normalizar la política supremacista blanca como componente legítimo de la ideología estatal oficial. El viernes, los Cachorros de Chicago bajaron su bandera a media asta y realizaron un “momento de reflexión”.
Una ceremonia similar tuvo lugar el jueves durante el partido de fútbol americano entre los Packers y los Commanders en Green Bay, Wisconsin. Entre los asistentes en el estadio Lambeau Field estaban el comisionado de la NFL, Roger Goodell, y el director ejecutivo de Amazon, Andy Jassy, representantes de la oligarquía corporativo-financiera que financia tanto al deporte profesional como a la extrema derecha.
Junto con la glorificación de Kirk, se está desarrollando una campaña sistemática para deslegitimar y criminalizar cualquier oposición. En los medios, se presenta a Kirk como un héroe defensor de la “libertad de expresión”, mientras que cualquier referencia a sus opiniones fascistas y neonazis está prohibida de facto. El resultado es la transformación de los medios de difusión en una plataforma de propaganda para la extrema derecha.
Este marco se está utilizando para lanzar un ataque generalizado contra los derechos democráticos. Varias acciones han seguido al despido, por parte de MSNBC, del comentarista Matthew Dowd por describir a Kirk como un portavoz del “discurso de odio… dirigido a ciertos grupos”.
Un empleado de FEMA fue suspendido por objetar la bajada de banderas en honor al “racista homofóbico” Kirk. Una maestra en Míchigan fue suspendida por comentarios no especificados en redes sociales. Un juez del condado de Oakland, en Míchigan, ha sido presionado para dimitir tras publicar un video de Kirk con la frase: “Hablamos de morir por tus creencias.” Una docente en Greenville, Carolina del Sur, fue despedida por escribir en su página personal de Facebook: “Mis pensamientos y oraciones con sus hijos pero [en mi humilde opinión] hoy América se hizo más grande. Ya lo dije”. Comedy Central eliminó abruptamente un episodio de South Park que se burlaba de Kirk.
Más alarmante aún: el Departamento de Estado está advirtiendo que inmigrantes que “se burlen” de la muerte de Kirk podrían enfrentar una revisión de su estatus legal y posible deportación. El subsecretario de Estado, Christopher Landau, declaró: “Los extranjeros que glorifican la violencia y el odio no son bienvenidos en nuestro país”.
El secretario de Guerra, Pete Hegseth, publicó el jueves en redes sociales que el Pentágono está “monitoreando” todas las publicaciones en redes sociales de personal militar y civil del Departamento de Guerra que “celebren o se burlen del asesinato” del fascista Kirk.
El asesinato de Kirk está siendo explotado no solo para limpiar la imagen política de la extrema derecha, sino también para construir una mitología sobre una “izquierda radical” violenta que presuntamente anda suelta en Estados Unidos. En esta narrativa, la extrema derecha —aunque controla la Casa Blanca y el Congreso, domina la Corte Suprema y cuenta con el respaldo de multimillonarios y medios corporativos— es presentada como una víctima perseguida.
La realidad es que la principal fuente de violencia política en Estados Unidos desde hace años ha sido la derecha fascista y aquellos que ha inspirado.
Kirk era bien conocido por otorgar legitimidad política a esa violencia. En 2022 fue noticia nacional por sugerir, en su pódcast, que un “patriota” debería pagar la fianza de David DePape, el hombre que atacó con un martillo al esposo de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
Tras la aparición del COVID-19, Kirk y Turning Point promovieron argumentos antivacunas. En julio de 2021, Kirk especuló que hasta “1,2 millones de personas” habían muerto tras recibir la vacuna. El mes pasado, un fanático antivacunas de 30 años abrió fuego en la sede de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), matando a un oficial de policía.
Este mismo mes, se reveló que un joven de 16 años que llevó a cabo un tiroteo en la secundaria Evergreen llenó sus cuentas en línea con la misma propaganda antisemita y supremacista blanca que se encuentra en cualquier evento de Turning Point USA. Tras el asesinato de Kirk, las universidades históricamente negras (HBCU, por sus siglas en inglés) de todo el país se vieron obligadas a entrar en estados de confinamiento tras recibir amenazas de bomba.
Mientras tanto, Trump amenaza abiertamente con desplegar la Guardia Nacional en una ciudad tras otra —Washington, Memphis, Chicago, Nueva Orleans— declarando: “Podemos enviar al ejército. Haremos lo que tengamos que hacer”. Actualmente, miles de tropas ya ocupan Washington D.C.
Presentar a Estados Unidos como víctima de violencia “radical de izquierda”, mientras la derecha fascista continúa sus amenazas, es una grotesca inversión de la realidad. Sin embargo, es esencial para legitimar el ataque contra los derechos democráticos e imponer un régimen autoritario.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 13 de septiembre de 2025)