El domingo, después de 12 semanas de demora, la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, respaldó a Zohran Mamdani, ganador de las primarias demócratas para la alcaldía de Nueva York en junio. Esto se produce pocos días después de que Mamdani se reuniera con el exalcalde multimillonario Michael Bloomberg, el demócrata más rico de la ciudad.
Bloomberg no respaldó formalmente a Mamdani, pero la reunión fue la más reciente en una serie de encuentros amistosos entre el supuesto socialista—Mamdani es miembro de la organización pseudoizquierdista Socialistas Democráticos de Estados Unidos (DSA, por sus siglas en inglés)—y magnates de Wall Street y del sector inmobiliario.
El respaldo de Hochul es el primer quiebre en el bloqueo que figuras prominentes del Partido Demócrata estatal y nacional mantenían contra Mamdani, incluyendo a los dos senadores de Nueva York, Chuck Schumer y Kirstin Gillibrand, así como al líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, cuyo distrito está en Brooklyn.
Mamdani es el favorito en las elecciones del 4 de noviembre, donde compite contra el exgobernador Andrew Cuomo—derrotado por Mamdani en las primarias pero que se presenta de nuevo como independiente—el actual alcalde Eric Adams, también como independiente, y el candidato republicano Curtis Sliwa.
Una amarga guerra de facciones se libra dentro de la dirigencia demócrata en torno a Mamdani. Representantes como Pat Ryan y Gerry Nadler, ambos de Nueva York, y el senador Chris Van Hollen junto con el representante Jamie Raskin, de Maryland, han respaldado a Mamdani. Van Hollen criticó a sus compañeros demócratas en el Congreso por no apoyar al candidato oficial del partido para la alcaldía.
La dirigencia del partido está profundamente preocupada de que cualquier respaldo a un autoproclamado socialista que promueve incluso reformas menores pueda estimular el desarrollo de un movimiento de masas entre la clase trabajadora y la juventud contra los intentos de Trump de imponer una dictadura, interfiriendo así con los planes de los demócratas de promover una agenda derechista y militarista en las elecciones legislativas de 2026. Pero es evidente que otros, incluido el expresidente Barack Obama, consideran que, ante el amplio apoyo electoral que tiene Mamdani, no les queda otra opción que utilizarlo a él y al DSA para evitar una explosión política en la ciudad.
Trump respondió, como era de esperarse, al respaldo de Hochul con amenazas: “Esto es un desarrollo bastante impactante y muy malo para la ciudad de Nueva York. ¿Cómo puede ocurrir algo así? Washington estará observando de cerca esta situación. ¡No hay razón para seguir tirando dinero bueno tras dinero malo!” Trump ya había dicho que esperaba que Mamdani ganara las elecciones y lo calificó como una “rebelión”.
Dado el odio y temor violento de Trump incluso hacia la palabra “socialista”, no se puede descartar que la Casa Blanca busque cortar toda financiación a la ciudad de Nueva York, enviar tropas y agentes federales como ya lo ha hecho en Los Ángeles y Washington D.C., o incluso fabricar un pretexto para anular las elecciones o negarse a reconocer sus resultados.
El respaldo de Hochul, publicado en forma de artículo de opinión en el New York Times, a pesar de su promoción insincera de un frente común con Mamdani contra Trump, enfatizó que ella sometió al candidato demócrata a prueba, especialmente, “dejando muy claro que nuestros oficiales de policía deben tener todos los recursos necesarios para mantener seguras nuestras calles y subterráneos. Le insté a garantizar que haya un liderazgo fuerte al frente del NYPD—y él estuvo de acuerdo”.
Esto podría significar un acuerdo para mantener en el cargo a la comisionada de policía de Nueva York, Jessica Tisch, hija del magnate del entretenimiento y bienes raíces James Tisch, cuya familia posee un imperio valorado en al menos 10.000 millones de dólares, basado en la corporación Loews.
La gobernadora también intentó distanciarse de la oposición pública de Mamdani al genocidio en Gaza diciendo: “Hablamos sobre la necesidad de combatir el aumento del antisemitismo de manera urgente e inequívoca”. Por “antisemitismo”, Hochul se refiere a las protestas contra el genocidio en Nueva York y en todo Estados Unidos, que han incluido a miles de judíos en los últimos dos años. Hochul ha sido una defensora acérrima del envío de armas y fondos a Israel.
Hochul es una figura profundamente derechista que, como congresista, se opuso a otorgar licencias de conducir a los trabajadores inmigrantes y que el año pasado comenzó a inundar las estaciones de metro de Nueva York con cientos de miembros de la Guardia Nacional y oficiales de las fuerzas del orden estatales para revisar bolsos y disuadir a los pobres de entrar a los andenes sin pagar los 2,90 dólares de tarifa. Aproximadamente 1.000 soldados siguen patrullando el metro.
Su última declaración notable sobre Mamdani fue en respuesta a su propuesta de crear supermercados públicos, diciendo: “Yo apoyo la libre empresa”. Esa declaración la hizo durante un desayuno empresarial el mes pasado organizado por el magnate de supermercados y multimillonario John Catsimatidis, un estrecho aliado de Donald Trump.
Es probable que la luz verde para el respaldo de Hochul haya sido la reunión que Mamdani sostuvo el jueves con el exalcalde de tres mandatos de Nueva York, Michael Bloomberg. Bloomberg, cuya fortuna se acerca a los 100.000 millones de dólares, es el hombre más rico de la clase dominante de la ciudad, además del principal donante del Partido Demócrata. Apoyó a Andrew Cuomo en las primarias con 8 millones de dólares, lo que lo convirtió en el mayor contribuyente individual de la campaña de Cuomo.
Como alcalde entre 2002 y 2013, Bloomberg desató al Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) en la odiada campaña de “detención y cacheo”, que violó los derechos constitucionales de cientos de miles de jóvenes de clase trabajadora, en su mayoría negros e hispanos. En 2003, Bloomberg también ordenó la creación de la infame Unidad de Demografía del NYPD, que espiaba y hostigaba a musulmanes en toda el área de Nueva York. En 2013, Bloomberg provocó una huelga de 9.000 choferes de autobuses escolares, asistentes y mecánicos, tras la cual miles perdieron sus empleos y a muchos más les redujeron sustancialmente sus salarios.
Aunque el New York Times caracterizó la reunión como “cordial”, el portavoz de Bloomberg subrayó que no se trató de un respaldo. No se informó el contenido preciso de la conversación, aparte del tema de los nombramientos en el Ayuntamiento. Se sabe que Mamdani ha mantenido conversaciones con antiguos funcionarios de Bloomberg sobre posibles puestos en su administración.
El respaldo del titular del ejecutivo estatal y su reunión “cordial” con el hombre más rico de la ciudad subrayan cómo figuras de la clase dominante y operadores del Partido Demócrata han arrancado concesiones cada vez más descaradas a la campaña de Mamdani. Estas concesiones comenzaron con el primer debate de las primarias el 4 de junio, cuando aceptó el “derecho” del Estado sionista ocupante a existir, y continuaron con su reciente decisión de abandonar el término “intifada global” en referencia a la lucha del pueblo palestino.
En una entrevista concedida al Times el jueves, Mamdani dijo que pediría disculpas al NYPD por los comentarios que hizo en Twitter en 2020, en el apogeo de las protestas masivas por el asesinato de George Floyd y la violencia policial, en los que afirmó que el NYPD era “racista, anti queer y una amenaza importante para la seguridad pública”, y pidió su desfinanciación. Le dijo al Times que ahora considera que “la policía será una socia fundamental para garantizar la seguridad pública”, y declaró que mantendrá el número de agentes en su nivel presupuestado de 35.000.
Cuando se le preguntó sobre el papel del Strategic Response Group en las protestas, la unidad antiterrorista del NYPD conocida por su brutalidad, la cual Mamdani había indicado que disolvería, respondió que “eso no significa que no debamos tener ninguna presencia [policial]”. Mamdani, en otras palabras, aceptará la presencia policial—y la violencia que inevitablemente conlleva—en las protestas estudiantiles contra el genocidio.
Esto es típico del DSA. Basta con recordar cómo la representante por Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez llamó a reprimir las protestas en la ciudad contra la ofensiva israelí en Gaza en octubre de 2023, o sus votos a favor de financiar el sistema de defensa antimisiles Cúpula de Hierro de Israel.
La dirección del DSA en Nueva York incluso le dice a sus militantes que esperen que Mamdani traicione sus promesas, y que no le den demasiada importancia. Un artículo reciente en la revista Jacobin, alineada con el DSA, declaró: “Debemos resistir la mentalidad que ve nuestra relación con los funcionarios electos socialistas como una cuestión principal de hacerlos responsables de sus compromisos de campaña y principios socialistas”.
Mamdani no hará nada para oponerse a una invasión de Nueva York por parte de agentes federales y la Guardia Nacional, en caso de que Trump lo ordene. Como dijo al Times el jueves: “Creo que es inevitable que [Trump] intente desplegar la Guardia Nacional en la ciudad de Nueva York. Creo que es responsabilidad de todos nosotros estar preparados para eso en lugar de tratarlo simplemente como una posibilidad”. Mamdani, al igual que sus homólogos demócratas en Albany y Washington, ha minimizado constantemente el peligro de una dictadura. “Prepararse”, en este contexto, significa una aceptación pasiva, quizá con una moderada protesta verbal.
(Artículo originalmente publicado en inglés el 16 de septiembre de 2025)
Leer más
- La Casa Blanca de Trump utiliza la muerte de Kirk para preparar una dictadura de Estado policial
- “El silencio implica consentimiento”: los Socialistas Democráticos de Estados Unidos y el golpe de Trump
- Mamdani, Sanders y el fraude de “luchar contra la oligarquía” mediante el Partido Demócrata
- Minority Leader Jeffries refuses to endorse NY mayoral candidate Mamdani amid deepening Democratic Party crisis