El organismo afiliado a la ONU que monitorea el hambre masiva ha declarado por primera vez oficialmente la existencia de una hambruna en Ciudad de Gaza y advirtió que otras áreas de la Franja enfrentarán pronto la misma situación.
El anuncio de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (IPC, por sus siglas en inglés) marca la primera vez que este organismo declara oficialmente una hambruna fuera del continente africano.
La declaración de hambruna en Gaza constituye una nueva prueba de que Israel, con el respaldo de las potencias imperialistas, busca deliberadamente exterminar al pueblo palestino mediante el hambre masiva.
La IPC señaló que en los últimos meses se ha registrado el “deterioro más grave” desde que comenzó la ofensiva israelí contra Gaza en octubre de 2023.
El informe advirtió que “esta hambruna es completamente provocada por el ser humano”. Añadió que “tras 22 meses de conflicto implacable, más de medio millón de personas en la Franja de Gaza enfrentan condiciones catastróficas caracterizadas por el hambre, la miseria y la muerte”.
También advirtió que “hasta junio de 2026, se espera que al menos 132.000 niños menores de cinco años sufran desnutrición aguda—el doble de las estimaciones de la IPC de mayo de 2025”.
La IPC responsabilizó de la hambruna al corte total de la ayuda humanitaria por parte de Israel a principios de este año. Indicó que “la paralización total de la entrega de alimentos con fines humanitarios y comerciales en marzo y abril, seguida por volúmenes críticamente bajos hasta julio, junto con el colapso de la producción alimentaria local, ha provocado una escasez extrema de alimentos”.
Después de que Israel detuvo el ingreso de alimentos al país, forzó en gran medida el cierre de operaciones de organizaciones humanitarias legítimas y las reemplazó con una entidad israelí-estadounidense conocida como la “Fundación Humanitaria de Gaza” (GHF, por sus siglas en inglés).
La GHF transformó la distribución de raciones mínimas de comida en el sur de Gaza en una ocasión para masacrar a civiles desesperados y hambrientos, abriendo fuego en decenas de ocasiones y matando a cientos de personas. Los alimentos distribuidos en estas instalaciones, verdaderas trampas mortales, son simples raciones de subsistencia, destinadas a atraer a la población hacia el sur para así encerrarlas en campos de concentración.
En respuesta al informe, el jefe humanitario de la ONU, Tom Fletcher, declaró que “es una hambruna que podríamos haber prevenido si nos lo hubieran permitido. … Sin embargo, la comida se acumula en las fronteras a causa del bloqueo sistemático impuesto por Israel”.
La IPC solo ha declarado oficialmente hambrunas en cuatro ocasiones previas: en Somalia en 2011, Sudán del Sur en 2017 y 2020, y Sudán en 2024. La organización define una hambruna como una situación en la que dos personas de cada 10.000 mueren diariamente por hambre o desnutrición, y uno de cada tres niños sufre desnutrición aguda.
En respuesta al informe, el secretario general de la ONU, António Guterres, condenó la hambruna en Gaza como un “desastre provocado por el ser humano, una acusación moral y un fracaso mismo de la humanidad”.
Agregó: “Como potencia ocupante, Israel tiene obligaciones ineludibles bajo el derecho internacional, incluyendo el deber de garantizar el suministro de comida y material médico a la población. No podemos permitir que esta situación continúe con impunidad”.
El jefe humanitario de la ONU, Tom Fletcher, añadió: “Es una hambruna que advertimos repetidamente. Pero que los medios internacionales no han podido cubrir. … Una hambruna del siglo XXI vigilada por drones y la tecnología militar más avanzada de la historia. Es una hambruna abiertamente promovida por algunos líderes israelíes como un arma de guerra. Es una hambruna bajo nuestra vigilancia. Es responsabilidad de todos. La hambruna en Gaza es la hambruna del mundo. Es una hambruna que pregunta: ‘¿qué hiciste tú?’”.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, respondió al informe de manera hitleriana, no solo negando la existencia de la hambruna sino afirmando que la fuerza ocupante que la impone sobre la población palestina busca salvarla del hambre. “Israel no tiene una política de hambruna. Israel tiene una política de prevención de la hambruna”, afirmó. “Israel continuará actuando con responsabilidad, garantizando la llegada de ayuda a los civiles en Gaza mientras destruye la maquinaria terrorista de Hamás”.
Varios de los patrocinadores imperialistas del genocidio en Gaza respondieron a los hallazgos de la IPC con críticas hipócritas a Israel. En un comunicado, el secretario de relaciones exteriores del Reino Unido, David Lamy, afirmó que “la confirmación de una hambruna en Ciudad de Gaza es absolutamente horrorosa y completamente prevenible. La negativa del gobierno israelí a permitir asistencia humanitaria suficiente a Gaza ha causado esta catástrofe provocada por el hombre. Es una indignación moral”.
Pero el Reino Unido, al igual que las demás potencias imperialistas, ha declarado en reiteradas ocasiones que Israel tiene el “derecho a defenderse” del pueblo que ocupa ilegalmente y cuya tierra intenta anexar. El gobierno británico ha perseguido y encarcelado reiteradamente a críticos del genocidio en Gaza.
Según cifras del Ministerio de Salud de Gaza, 89 personas murieron de desnutrición o hambre en los primeros siete meses del año. Pero solo en lo que va de este mes, 138 personas ya han muerto por inanición.
“Estamos viendo la peor catástrofe humanitaria que podemos llegar a medir”, afirmó Jeanette Bailey, vocera del Comité Internacional de Rescate (IRC, por sus siglas en inglés), en un comunicado.
“Sin la entrada y distribución constante de productos como alimentos terapéuticos suplementarios—galletas de alto contenido energético y alimentos fortificados—estamos presenciando cómo una crisis prevenible se convierte en una emergencia nutricional generalizada”, dijo Antoine Renard, vocero del Programa Mundial de Alimentos, a Reuters. “Primero afecta a los grupos más vulnerables, pero por supuesto, se extenderá”, agregó.
De junio a agosto, el número de niños con emaciación provocada por la escasez de alimentos casi se duplicó, superando los 12.000 casos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La declaración oficial de hambruna se produjo solo unos días después de que las fuerzas armadas israelíes anunciaran el inicio de un ataque largamente planificado contra Ciudad de Gaza, cuyo objetivo es la conquista militar total del enclave y la preparación para reunir a su población en campos de concentración y proceder a su desplazamiento forzoso de su tierra ancestral.
La semana pasada, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos advirtió que el ataque a Ciudad de Gaza “corre el riesgo de desencadenar una crisis humanitaria sin precedentes y potencialmente mortal”.
La proclamación de hambruna por parte de la IPC se dio apenas un día después de que una investigación conjunta de The Guardian, +972 Magazine y Local Call revelara que, según cifras del propio ejército israelí, los civiles palestinos constituyen aproximadamente el 83 por ciento del total de muertes en Gaza.
Las publicaciones obtuvieron estimaciones de inteligencia militar que mencionan a 8.900 combatientes de Hamás y la Yihad Islámica Palestina como “probablemente” muertos o confirmados. En el mismo periodo se reportaron 53.000 muertes en Gaza, lo que significa que los supuestos combatientes representan tan solo el 17 por ciento del total. Este nivel masivo de muertes civiles no tiene precedentes en la guerra moderna.
Erika Guevara Rosas, vocera de Amnistía Internacional, declaró que “esta hambruna es la consecuencia directa de la campaña deliberada de Israel para matar de hambre a la población de Gaza. … La obstrucción deliberada de la ayuda humanitaria, la destrucción de infraestructura básica para la vida y los asesinatos directos de civiles son una clara manifestación de cómo Israel está imponiendo condiciones de vida calculadas para provocar la destrucción física del pueblo palestino en Gaza como parte de su actual genocidio”.
(Artículo originalmente publicado en inglés el 23 de agosto de 2025)