Trabajadores de la salud: ¡Construyan un movimiento obrero por la salud pública y contra la dictadura! Para obtener información sobre los comités de base, complete el siguiente formulario.
Decenas de miles de trabajadores de la salud en Kaiser Permanente (KP) en California, Hawái, Oregón y el estado de Washington votaron abrumadoramente a favor de autorizar una huelga la semana pasada. El contrato actual de cuatro años de los trabajadores, que está programado para expirar el 30 de septiembre, cubre a unos 62.000 trabajadores en la Alianza de Sindicatos de Atención Médica (AHCU, por sus siglas en inglés).
Las principales demandas de los trabajadores incluyen poner fin a la falta de personal, atención adecuada a los pacientes, aumentos salariales que superen la inflación, el mantenimiento de pensiones de beneficio definido y protección laboral, especialmente ante la introducción de inteligencia artificial en el sector sanitario.
La oferta más reciente de KP a los sindicatos de la AHCU incluye un aumento salarial del 20 por ciento en cuatro años. Esto es inaceptable para los trabajadores, no solo porque no mantiene el ritmo de la inflación, sino porque queda por detrás de los salarios de los trabajadores del otro gran grupo sindical en Kaiser, la Coalición de Sindicatos de Kaiser Permanente (CKPU, por sus siglas en inglés). Los 90.000 miembros de este grupo tienen un calendario de contrato escalonado respecto a la AHCU; en 2023 aceptaron un contrato con un aumento del 21 por ciento en cuatro años. La gerencia también ha propuesto establecer una nueva estructura salarial de dos niveles.
En total, más de dos tercios de los trabajadores en la AHCU votaron para autorizar una huelga, incluyendo:
1. El 97 por ciento de más de 30.000 trabajadores de United Nurses Associations of California/Union of Health Care Professionals (UNAC/UHCP);
2. Más de 8.000 trabajadores del Local 7600 de United Steelworkers (USW);
3. Más de 1.900 trabajadores del sindicato UNITE HERE Local 5;
4. El 97 por ciento de casi 4.000 trabajadores de la Federación de Enfermeros y Profesionales de la Salud de Oregón (OFNHP), un sindicato local de la American Federation of Teachers (AFT).
La votación demuestra la determinación de los trabajadores. Pero una lucha real solo es posible luchando contra los burócratas de la AHCU, quienes no tienen intención de convocar una huelga.
La ley federal de Estados Unidos requiere un aviso con 10 días de anticipación para una huelga de trabajadores de la salud. Pero, al 22 de septiembre, ninguno de los sindicatos de la AHCU ha emitido dicho aviso, lo que significa que no tienen intención de llamar a una huelga cuando el contrato expire el próximo martes.
Otros sindicatos en la AHCU, incluyendo farmacéuticos en diversos locales de United Food and Commercial Workers (UFCW), no han llevado a cabo votaciones de huelga. Por ejemplo, la actualizaciones de negociación del Local 324 de UFCW con fecha del 19 de septiembre dice: “Del 29 de septiembre al 1 de octubre, volveremos a la mesa de negociación nacional”, lo cual indica claramente una intención de mantener a los trabajadores en sus puestos aunque el contrato esté vencido.
Como una consolación superficial, la actualización de negociación insta a los trabajadores a completar una “promesa de huelga” sin efecto legal ni práctico. Este tipo de medida performativa de “preparados para la huelga” se ha vuelto maniobra cada vez más común por parte de los burócratas sindicales para crear la impresión de que se están preparando para luchar mientras organizan traiciones en secreto.
Una maniobra similar fue usada el mes pasado por la Federación de Maestros de Filadelfia. Después de que se anunciara y ratificara un contrato en una votación apresurada pocos días antes del límite del 31 de agosto para la huelga, el distrito escolar anunció un déficit de 300 millones de dólares, preparando el terreno para enormes recortes.
El 8 de septiembre, más de 1.300 enfermeros anestesistas, parteras, asistentes médicos y acupunturistas realizaron una huelga de un día por niveles inseguros de personal y deficiencias asociadas en la atención al paciente. No han tenido contrato desde que se afiliaron a UNAC/UHCP en 2023-2024.
Hasta ahora, la burocracia sindical los ha mantenido en unidades de negociación separadas, con votaciones de huelga separadas, aislándolos del resto de la plantilla. De forma similar, más de 2.000 trabajadores de KP en OFNHP están en unidades de negociación separadas que, según los dirigentes sindicales, no pueden ir a huelga.
La gerencia busca, según se informa, eliminar las pensiones de beneficio definido en el nuevo contrato, sobre lo cual los sindicatos han guardado relativo silencio. Kaiser es uno de los pocos empleadores privados a gran escala que todavía tiene este tipo de pensión, en contraste con los planes de contribución definida 401(k) vinculados al mercado bursátil.
Antes de 2025, KP comenzó unilateralmente a contratar empleados en determinadas unidades de negociación con planes de jubilación de contribución definida. La AHCU ha propuesto restablecer las pensiones de beneficio definido para las unidades que anteriormente se habían alejado de este sistema.
En un contexto donde KP está exigiendo concesiones tan enormes, los trabajadores deben luchar por una huelga nacional. Pero esta no es solo una lucha contra Kaiser, sino contra el ataque sistemático del conjunto de la clase gobernante contra la salud pública, encabezado por Trump.
La extraña conferencia de prensa del lunes, en la que el presidente Trump divagó incoherentemente y afirmó que el Tylenol causa autismo, demuestra que su administración quiere hacer retroceder la atención sanitaria por siglos y atacar los fundamentos de la ciencia médica. El objetivo es reducir la esperanza de vida de los trabajadores, liberando así recursos actualmente “malgastados” en pensiones y salud para Wall Street y el ejército. Las posiciones de la Casa Blanca reflejan las políticas “sanitarias” del régimen nazi en Alemania, que negaba tratamiento a aquellas personas consideradas “indignas de vivir”.
La lucha en Kaiser Permanente debe convertirse en el inicio de un amplio movimiento contra la dictadura trumpista y por una vasta redistribución de la riqueza de la oligarquía que Trump defiende, para financiar la salud, la educación y otras necesidades sociales.
Pero desde hace años, tanto la AHCU como la CKOU han bloqueado acciones de huelga o las han limitado a medidas inofensivas de uno o dos días. Esto incluyó huelgas en 2021, 2023 (la mayor huelga de trabajadores de la salud en la historia de EE.UU.) y de trabajadores de NUHW en 2024-2025 (la huelga de salud mental más larga en la historia del país).
En reuniones virtuales del ayuntamiento organizadas la semana pasada por United Nurses Associations of California/Union of Health Care Professionals, los burócratas enfatizaron que no habría paga durante la huelga. Se reprendió a los trabajadores advirtiendo que usar días por enfermedad durante la huelga “pondría en duda nuestra solidaridad y disposición a sacrificarnos unos por otros”.
Mientras tanto, 57 funcionarios de UNAC/UHCP recibieron más de 200.000 dólares cada uno en 2024, y un dirigente recibió más de 300.000 dólares. En ese mismo año, el sindicato pagó 0 dólares a sus miembros de base en concepto de paga de huelga.
Mientras la iniciativa permanezca en manos de los burócratas, literalmente unidos a la gerencia a través de la Asociación de Trabajo y Gerencia (LMP) y otras estructuras corporativistas, el único desenlace posible será otra traición.
El problema crucial para los trabajadores de KP y de toda la industria de la salud es la necesidad de organizarse independientemente de las burocracias sindicales mediante la formación de comités de base. Estas nuevas estructuras desarrollarán los medios para maximizar la iniciativa de los trabajadores, hacer cumplir su voluntad democrática de ir a la huelga y preparar el terreno para una lucha más amplia que combine la defensa de la salud con un poderoso movimiento de la clase obrera contra la oligarquía capitalista. Un comité de este tipo en KP se estableció por primera vez durante la lucha contra el contrato vendido en 2021.
Para preparar un movimiento verdaderamente poderoso que una a toda la clase obrera, una huelga debe incluir tanto a los trabajadores de la AHCU como a los de la CKPU. Los burócratas sindicales objetarán, como es previsible, que los miembros de la CKPU están bajo contratos con cláusulas de “no huelga”, negociadas por ellos mismos. Pero el asunto va más allá de salarios y plantillas—por muy importantes que sean—es una cuestión de vida o muerte para la clase obrera.
El WSWS llama a los trabajadores de KP a formar comités de base sobre la base de las siguientes demandas:
1. Huelga inmediata de todos los trabajadores de KP al vencimiento del contrato el 30 de septiembre, si no hay un nuevo acuerdo que satisfaga todas las demandas de los trabajadores, incluyendo aumentos salariales reales por encima de la inflación y la aplicación efectiva de índices seguros de personal, que actualmente KP y otros grupos sanitarios ignoran a voluntad;
2. Todas las sesiones de negociación deben ser públicas y transmitidas en vivo, con representantes de base presentes para hacer cumplir las demandas de los trabajadores y rechazar cualquier concesión no autorizada a la empresa;
3. Control de los piquetes por parte de la base, incluyendo impedir el uso de rompehuelgas por parte de KP, y el envío de “piquetes volantes” a hospitales, escuelas y centros de trabajo para solicitar apoyo amplio;
4. Medidas para proteger a compañeros y pacientes de los ataques de ICE y otras agencias estatales utilizadas por Trump para aterrorizar y aplastar la resistencia;
5. La defensa de las vacunas y de la ciencia médica pública, incluyendo el restablecimiento de todos los mandatos de vacunación y la provisión gratuita al público de vacunas contra el COVID-19 y otras enfermedades;
6. La expropiación de los conglomerados de la salud, que obtienen miles de millones mediante la especulación de precios y la negación de atención. Sus recursos deben utilizarse para crear un sistema de salud pública de alta calidad bajo el control de los trabajadores, para poner fin al sufrimiento y la muerte innecesarios causados por la subordinación de la vida al lucro.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 22 de septiembre de 2025)
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