Español

Trump firma decreto ejecutivo que criminaliza la oposición al fascismo

El presidente Donald Trump habla con reporteros partiendo de la Casa Blanca, Washington D.C., en camino a la Ciudad de Nueva York, 7 de septiembre de 2025 [AP Photo/Jose Luis Magana]

El lunes, apenas un día después de que el Partido Republicano organizara una especie de conmemoración al estilo Horst Wessel para Charlie Kirk en Glendale, Arizona, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva designando a “antifa” como una “organización terrorista doméstica”.

La orden afirma que antifa es una “empresa militarista y anarquista” que utiliza “medios ilegales para organizar y ejecutar una campaña de violencia y terrorismo a nivel nacional”.

Antifa, como incluso el director general del FBI Christopher Wray se vio obligado a admitir en una audiencia del Congreso en septiembre de 2020, no es una organización, sino una corriente amplia de oposición al fascismo. “Antifa es una ideología, no una organización,” dijo Wray, quien también declaró que el FBI no tenía datos que mostraran violencia letal cometida por dicha corriente.

Dado que antifa no existe como organización formal, la orden ejecutiva de Trump equivale a una autorización general para etiquetar la disidencia política y la oposición a su régimen fascista como “terrorismo”.

La orden firmada por Trump el lunes no presentó ningún incidente específico ni ejemplos de un presunto “terrorismo antifa”. Afirmó sin ofrecer pruebas que elementos de antifa “coordinaron esfuerzos para obstruir la aplicación de leyes federales mediante enfrentamientos armados con las fuerzas del orden, disturbios organizados, agresiones violentas contra agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y otros cuerpos de seguridad, y la publicación sistemática de datos personales y otras amenazas contra figuras políticas y activistas”.

La orden ejecutiva establece que todas las agencias deben “investigar, interrumpir y desmantelar” las actividades de cualquier persona presuntamente vinculada al antifascismo o que proporcione “apoyo material”.

Hasta el momento de redactar este artículo, no se ha presentado ninguna prueba de que Tyler Robinson, el joven de 22 años acusado de haber disparado y matado a Kirk el 10 de septiembre, forme parte de algún grupo organizado de izquierda o anarquista, incluyendo antifa.

En los últimos 30 años, el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés) ha documentado solo un asesinato cometido por un presunto simpatizante de antifa. El 29 de agosto de 2020, Michael Reinoehl disparó y mató al fascista Aaron “Jay” Danielson, miembro del grupo ultraderechista Patriot Prayer, durante una protesta en Portland, Oregón. En redes sociales tras el asesinato, Trump instó a las fuerzas del orden a matar a Reinoehl. “Hagan su trabajo, y háganlo rápido. Todos saben quién es este matón,” dijo Trump. Reinoehl fue ejecutado por la policía y agentes federales el 3 de septiembre de 2020.

Si bien no hay prácticamente asesinatos documentados cometidos por presuntos miembros de antifa, durante las últimas tres décadas cientos de asesinatos y decenas de miles de agresiones han sido perpetradas por fascistas autodeclarados, antisemitas, elementos de milicias de extrema derecha y supremacistas blancos.

Algunos de estos incluyen:

• 19 de abril de 1995: 168 personas asesinadas en el atentado de Oklahoma City por Timothy McVeigh, exsoldado del ejército estadounidense de extrema derecha.

• 17 de junio de 2015: nueve personas negras fueron asesinadas en la masacre de la iglesia de Charleston por el supremacista blanco Dylann Roof.

• 12 de agosto de 2017: Heather Heyer, una activista antirracista, fue asesinada por un neonazi durante la manifestación “Unite the Right” en Charlottesville, Virginia. Tras la muerte de Heyer, Trump elogió a las “buenas personas” en “ambos bandos”.

• 27 de octubre de 2018: En el ataque antisemita más letal en la historia de EE.UU., 11 personas fueron asesinadas en la sinagoga Tree of Life en Pittsburgh por Robert Bowers, motivado por la teoría antisemita y antiinmigrante del “Gran Reemplazo”, también promovida por Kirk.

• 15 de marzo de 2019: 51 personas asesinadas y 89 heridas en la masacre de las mezquitas de Christchurch, Nueva Zelanda; 3 de agosto de 2019: 23 personas asesinadas y 22 heridas en el tiroteo del Walmart de El Paso, Texas. En ambos casos, los atacantes dejaron manifiestos con retórica antiinmigrante y una supuesta necesidad de detener la “invasión” de personas no europeas.

• 6 de enero de 2021: Varias personas murieron durante y poco después del fallido golpe de Estado de Trump, que fue orquestado desde la Casa Blanca pero liderado en el terreno por milicias de derecha pro-Trump, incluyendo a los Proud Boys y los Oath Keepers.

• 14 de junio de 2025: Haciéndose pasar por un oficial de policía, Vance Boelter, un ministro evangélico de derecha, asesinó a dos personas, incluidas la expresidenta de la Cámara de Representantes de Minnesota Melissa Hortman (demócrata) y su esposo Mark, en su hogar. Boelter también disparó e hirió al senador estatal John Hoffman y a su esposa Yvette en su residencia. En su vehículo se encontró una lista de personas a asesinar que incluía a otros funcionarios del Partido Demócrata y activistas por el derecho al aborto.

El mayor promotor de violencia política, tanto dentro del país como en el extranjero, es el propio gobierno de EE.UU. y sus dos partidos capitalistas de derecha. Desde las invasiones de Irak y Afganistán hasta la “Guerra global contra el terrorismo” y el actual genocidio en Gaza, ambos partidos están empapados en sangre.

La designación de antifa como grupo terrorista doméstico se produce en un contexto en el que la administración Trump y el Partido Republicano en su conjunto, con el acompañamiento de los medios de comunicación, están desatando una cacería de brujas contra la libertad de expresión dirigida a trabajadores, educadores y estudiantes que han expresado críticas sobre Kirk en redes sociales.

Lejos de oponerse a esta campaña, los demócratas han contribuido a falsificar la historia. El 14 de septiembre, el Senado votó por unanimidad una resolución que glorifica a Kirk. Más de noventa miembros demócratas de la Cámara de Representantes se unieron a los republicanos para aprobar la resolución correspondiente en esa cámara.

Hasta el momento de esta redacción, ni el senador de Vermont Bernie Sanders ni la representante Alexandria Ocasio-Cortez (Nueva York), miembro de los Socialistas Democráticos de América, han emitido una declaración en respuesta a la orden de Trump. Los votos del Partido Demócrata para santificar a Kirk, junto con su silencio ante la orden de Trump, otorgan legitimidad bipartidista a la criminalización de la disidencia.

Cientos de trabajadores y estudiantes en todo el país han sido investigados, suspendidos o despedidos por publicaciones en redes sociales y declaraciones públicas expresando oposición a la política de Kirk y su indignación ante los esfuerzos por deificar al fundador de Turning Point USA. En respuesta a la indignación de la derecha por sus comentarios acertados durante su monólogo del lunes pasado, ABC/Disney suspendió al presentador televisivo Jimmy Kimmel el miércoles.

Menos de una semana después de la suspensión, el lunes por la mañana, sin duda en parte debido a la indignación global por la capitulación de Disney ante el régimen de Trump, la empresa anunció que Kimmel regresaría de su suspensión el martes por la noche. No está claro si, para volver a la televisión, Kimmel se vio obligado a aceptar restricciones adicionales sobre su discurso político, que jamás se alejó significativamente de la línea oficial del Partido Demócrata.

Dos grandes cadenas de comunicación de derecha, Nexstar Media Group y Sinclair Broadcast, que poseen aproximadamente el 20 por ciento de las estaciones de televisión locales en Estados Unidos, anunciaron el martes que no emitirán Jimmy Kimmel Live!

(Artículo publicado originalmente en inglés el 23 de septiembre de 2025)

Loading