El martes se realizaron protestas en ciudades de todo el mundo para marcar el segundo aniversario del pretexto del 7 de octubre que dio inicio al actual genocidio del pueblo palestino por parte de Israel. En Europa, se llevaron a cabo manifestaciones en Londres, Berlín, París, Ámsterdam, Ginebra, Atenas, Milán, Tesalónica, Estambul y Estocolmo. También hubo protestas en Yakarta (Indonesia) y Sídney (Australia).

El periódico Jerusalem Post informó: “En Países Bajos, activistas pro palestinos arrojaron pintura roja sobre el Palacio Real de Ámsterdam en protesta contra la decisión del alcalde de prohibir una concentración propalestina mientras autorizaba un evento pro israelí.

“En Turquía, se esperaba una protesta frente a una empresa energética por sus exportaciones a Israel. En Suecia, se esperaban manifestaciones para recibir a los participantes de una flotilla de ayuda a Gaza detenida por Israel, entre ellos la activista climática Greta Thunberg”.

En Reino Unido, se realizaron alrededor de una docena de protestas en campus universitarios—including en Sheffield, Leeds, Bristol, Nottingham, Leicester, Birmingham, Sussex, Glasgow, Edimburgo y Londres—además de una “marcha interuniversitaria” en el centro de Londres organizada por estudiantes de cuatro instituciones de educación superior.

La marcha, anunciada con el lema “Dos años de genocidio y nuestras instituciones siguen siendo cómplices”, comenzó en King’s College London a las 14:00 hs. Alrededor de 400 estudiantes marcharon desde allí hacia la London School of Economics, la University College London y finalmente realizaron un mitin en la School of Oriental and African Studies (SOAS).

Las protestas estudiantiles se realizaron en desafío a los llamamientos del establishment político británico pro sionista. Estas siguieron a manifestaciones pro palestinas ya programadas entre jueves y sábado, en el contexto del asesinato de dos fieles judíos en Mánchester a manos de un terrorista y fuego policial accidental.

El gobierno laborista, cómplice directo de los crímenes del Estado israelí, denunció esas protestas como un agravio contra toda la comunidad judía.

El primer ministro Keir Starmer subió el tono el martes, escribiendo en el Times que las protestas convocadas para el aniversario del 7 de octubre —la incursión armada de Hamás en Israel— fueron “antibritánicas” y demostraban una “pérdida total de empatía y humanidad”. No mencionó en absoluto la matanza de más de 60.000 palestinos por parte de Israel en los últimos dos años, incluyendo más de 20.000 niños, según cifras oficiales que subestiman la verdadera escala.

El artículo de Starmer, titulado “Debemos estar preparados para combatir el antisemitismo despreciable”, apeló a la rutina de la elite gobernante de equiparar la oposición a los crímenes de guerra del gobierno israelí con antisemitismo. Al referirse específicamente a las protestas estudiantiles, declaró: “Es antibritánico tener tan poco respeto por los demás”, antes de calumniar: “Y eso incluso antes de que algunos de ellos decidan volver a corear odio contra el pueblo judío”.

El primer ministro aprovechó la ocasión para confirmar planes de “legislar para otorgar nuevos poderes a la policía para actuar contra protestas reincidentes”.

El secretario de Interior en la sombra del Partido Conservador, Chris Philp, utilizó las declaraciones de Starmer como pretexto para exigir la deportación de estudiantes extranjeros que protesten, imitando la agenda dictatorial del presidente estadounidense Donald Trump.

El líder tory Robert Jenrick, rival por el liderazgo conservador que este verano se alineó con movilizaciones ultraderechistas contra solicitantes de asilo, declaró en un evento marginal de la conferencia conservadora que las protestas planeadas eran una “maldita vergüenza” (“f*cking disgrace”).

El líder de los Liberal Demócratas, Sir Ed Davey, afirmó que era “completamente incorrecto” permitir que se realizaran las protestas.

La Policía Metropolitana impuso restricciones bajo la Ley de Orden Público (Public Order Act) a la marcha interuniversitaria en Londres, dictando la ruta que debía seguir. Una marcha separada desde la sede de la BBC hacia Downing Street también estuvo sujeta a estrictas condiciones, prohibiendo a los manifestantes reunirse en ciertas zonas y limitando el mitin final a un área específica, además de imponer un toque de queda a las 20:00 hs.

Reporteros del World Socialist Web Site asistieron a las protestas y hablaron con estudiantes.

En Londres, varios cientos de estudiantes reunidos frente a KCL desplegaron una pancarta de 24 metros con los nombres de miles de personas asesinadas por las Fuerzas de Defensa de Israel en Gaza. Mientras marchaban hacia LSE, UCL y SOAS coreaban: “Somos los estudiantes. No seremos silenciados. Detengan los bombardeos ya, ya, ya”, y “Keir Starmer, no puedes esconderte; te acusamos de genocidio”.

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En el mitin final, Muna, estudiante de SOAS, dijo a nuestros reporteros: “Hoy se cumplen dos años de un genocidio. Siento que estamos llegando a un punto de inflexión en el que la gente comienza a despertar y comprender”.

El “plan de paz” del presidente estadounidense Trump, con el respaldo de Tony Blair, fue “el ejemplo más claro de imperialismo que jamás hayamos visto; lo más repugnante que he presenciado. Pienso que Tony Blair es un demonio; eso es lo que pienso de él. Involucrarlo en Medio Oriente es como involucrar a Hitler”.

En respuesta a los ataques contra el derecho a la protesta, Muna dijo: “La secretaria del Interior, Shabana Mahmood, dijo algo como que, aunque tengamos libertades, eso no significa que debamos poder ejercerlas todo el tiempo. Para mí, eso suena a fascismo. Nuestro gobierno se está volviendo cada día más de extrema derecha y me preocupa mucho el estado actual y futuro de nuestro país”.

Muna agregó: “Siguen atacando las protestas por ser ‘perturbadoras’. Ese es precisamente el objetivo: interrumpir, eso es protestar. Y si ves que está ocurriendo un genocidio y ves que tu gobierno lo apoya y lo encubre, ¿qué otra cosa puedes hacer más que interrumpirlo?

“Creo que deberíamos hacer lo que hizo Italia [las recientes protestas y huelga general, que movilizaron a millones]; interrumpir completamente, digamos, el flujo del país y demostrar que esto debe estar en el centro de nuestra atención.”

En Sheffield, alrededor de 100 personas participaron en la manifestación frente al edificio del sindicato estudiantil de la Universidad de Sheffield.

Aleeza, estudiante, afirmó a los reporteros del WSWS: “Hay mucho estigma en línea sobre ser pro palestina o decir que quieres que se detenga el genocidio. Pero cuando vienes a una protesta como esta, ves cuántos comparten la misma opinión: que quieren detener un genocidio que lleva dos años ocurriendo”.

“Keir Starmer ha reconocido a Palestina como un Estado mientras califica a los manifestantes propalestinos de antisemitas. Si reconoces al Estado, pero no reconoces las atrocidades que están sucediendo en él ni por qué la gente protesta, eso es un poco hipócrita.

“El hecho de que Netanyahu pudiera defenderse ante la ONU por los crímenes de guerra dice mucho sobre el apoyo que recibe de Estados Unidos. Trump tiene mucha sangre en sus manos. Su apoyo a Netanyahu y la cantidad de acciones y bonos que ha comprado [en Israel], por miles de millones, demuestra que es tan responsable—o incluso más—de respaldar lo que está ocurriendo.

“Los arrestos de tantos manifestantes propalestinos tienen lugar para frenar el poder de la clase trabajadora; las protestas en Italia y Grecia demuestran el impacto que esto puede tener. Starmer quiere frenar eso. Como primer ministro, quiere controlar a la población. Arrestar a personas en protestas es su método de control. No podemos caer en esa trampa. Han pasado dos años ya; cuanto más se levante y hable la gente, mejor será.

“El papel del capitalismo en este genocidio es muy evidente. La cantidad de armas y dinero que fluye hacia Israel—especialmente desde Estados Unidos—por miles de millones, y las empresas de aquí que le envían armas, desempeñan un papel muy importante.

“Llaman a Ucrania una crisis humanitaria, pero ignoran el genocidio palestino, donde han sido asesinadas más de 60.000 personas. La mentalidad es completamente distinta; es un doble rasero enorme.”

(Artículo originalmente publicado en inglés el 7 de octubre de 2025)